El 3 de diciembre de 2024, Corea del Sur vivió una de las mayores crisis políticas de su historia reciente. El presidente Yoon Suk-yeol declaró la ley marcial en todo el país, alegando la necesidad de proteger el «orden constitucional» ante supuestas actividades «antiestatales» y acusando a la oposición de intentar «derrocar la democracia libre». La medida, que no se aplicaba en Corea del Sur desde 1981, provocó protestas masivas, una fuerte condena pública y el inicio de acciones legales contra figuras clave de su administración.
¿Por Qué se Declaró la Ley Marcial?
El presidente Yoon Suk-yeol justificó la decisión como una forma de contener las «fuerzas antiestatales» que, según él, buscaban desestabilizar el país. Señaló a la oposición, que controla la Asamblea Nacional, como una «fuerza pronorcoreana» que amenazaba la seguridad del país. Esta acusación generó un fuerte rechazo por parte de la oposición y de la sociedad civil.
El anuncio fue transmitido en un discurso televisado que tomó por sorpresa a la población, generando un estado de alarma y preocupación en todo el país. La ley marcial implicaba la intervención directa del ejército en la seguridad interna, la restricción de las libertades civiles y la censura de la información pública.
Protestas Masivas y Revocación de la Ley Marcial
La reacción fue inmediata. Miles de ciudadanos salieron a las calles de Seúl y otras ciudades del país para protestar contra la medida. Las imágenes de las manifestaciones mostraban a la población coreana exigiendo la revocación de la ley marcial y la renuncia del presidente Yoon. Los ciudadanos coreanos expresaron su rechazo a lo que consideraron un acto autoritario sin precedentes en la era democrática moderna de Corea del Sur.
Ante la presión de la población y la oposición política, la Asamblea Nacional, dominada por el partido opositor, convocó una sesión extraordinaria para exigir la revocación de la ley marcial. Finalmente, y tras solo seis horas de vigencia, el presidente Yoon cedió a la presión y anunció su revocación. En un discurso posterior, el mandatario ofreció disculpas públicas, afirmando: «Mis sinceras disculpas por la ansiedad que esto pudo haber causado» y prometió no volver a imponer la ley marcial durante su mandato. (politico.com)
Detención de Funcionarios Clave y Primeros Arrestos
La declaración de la ley marcial no solo generó críticas políticas, sino también consecuencias legales para algunos funcionarios de la administración de Yoon. El exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, fue arrestado bajo cargos de insurrección. Se le acusa de haber participado activamente en la planificación de la imposición de la ley marcial. Esta detención marca la primera acción judicial en el caso y señala que las investigaciones continuarán en busca de posibles responsables. (apnews.com)
El arresto de Kim Yong-hyun se produjo tras una solicitud formal de la Fiscalía de Corea del Sur, que argumentó la necesidad de investigar los eventos que rodearon la declaración de la ley marcial. Este movimiento ha sido considerado un paso importante para salvaguardar la democracia y castigar cualquier abuso de poder.
Intento de Destitución del Presidente Yoon Suk-yeol
La oposición, liderada por la mayoría en la Asamblea Nacional, intentó destituir al presidente Yoon mediante una moción de impeachment. Sin embargo, la moción no alcanzó la mayoría de dos tercios requerida para aprobar la destitución, debido a la ausencia de varios legisladores del partido gobernante, el Partido del Poder del Pueblo (PPP), que boicotearon la votación. Esta maniobra permitió al presidente Yoon evitar su destitución, pero la crisis de confianza en su liderazgo se ha profundizado. (apnews.com)
Reacciones Internacionales
La declaración y posterior revocación de la ley marcial en Corea del Sur generó preocupación entre sus aliados internacionales, incluidos Estados Unidos y Japón. Ambos países expresaron su inquietud por la estabilidad política en la región, especialmente en un momento de crecientes tensiones con Corea del Norte.
Organismos de derechos humanos y la comunidad internacional criticaron la imposición de la ley marcial, instando al gobierno surcoreano a respetar las instituciones democráticas y los derechos civiles. Estados Unidos, uno de los principales aliados de Corea del Sur, instó al gobierno a garantizar el respeto por el estado de derecho y evitar nuevas acciones autoritarias.
Implicaciones Futuras para la Democracia en Corea del Sur
La declaración de la ley marcial ha dejado una profunda marca en la política surcoreana. La credibilidad del presidente Yoon ha quedado gravemente afectada, y la oposición ha intensificado sus llamados a la rendición de cuentas. El hecho de que la ley marcial haya sido revocada tan rápidamente refleja el poder de la sociedad civil y la capacidad de movilización de los ciudadanos para defender la democracia.
Además, el arresto de Kim Yong-hyun podría abrir la puerta a nuevas investigaciones y posibles cargos contra otros altos funcionarios de la administración de Yoon. Las acciones futuras de la Fiscalía de Corea del Sur serán clave para determinar si esta crisis política desencadenará una reforma más amplia en la supervisión de los poderes presidenciales.
Conclusión
La declaración de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk-yeol ha sido un momento crítico en la historia de la democracia surcoreana. Lo que comenzó como una decisión presidencial para «proteger el orden constitucional» terminó con disculpas públicas, protestas masivas y la revocación de la medida en solo seis horas. La imagen del presidente Yoon ha quedado dañada y la confianza pública en su gobierno se ha erosionado gravemente.
El arresto de funcionarios clave y la posibilidad de más investigaciones judiciales también destacan la gravedad de la situación. Con la oposición impulsando una moción de impeachment, el futuro político de Yoon Suk-yeol pende de un hilo. La sociedad surcoreana ha demostrado que no aceptará el retroceso de sus derechos democráticos, lo que podría marcar el inicio de una nueva etapa en la política del país.