El pasado 25 de diciembre de 2024, un avión de pasajeros Embraer 190 de la aerolínea Azerbaijan Airlines, que cubría la ruta entre Bakú y Grozni, se estrelló cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán. A bordo viajaban entre 69 y 72 personas, incluidos cinco tripulantes.
Este trágico accidente ha dejado al menos 38 fallecidos y 32 supervivientes, de los cuales 29 han sido hospitalizados, y 11 se encuentran en estado crítico pero estable.
Detalles del Accidente
El avión, que había despegado del aeropuerto de Bakú, se estrelló en las inmediaciones de la ciudad portuaria de Aktau, Kazajistán. Aunque las causas del siniestro aún no se han determinado con exactitud, se manejan varias hipótesis:
- Una posible colisión con una bandada de pájaros, que habría afectado los motores de la aeronave.
- La explosión de un balón de oxígeno a bordo.
- Un video compartido en redes sociales sugiere la posibilidad de que el avión haya sido impactado por un misil antiaéreo, aunque esta teoría no ha sido confirmada oficialmente.
El impacto provocó un incendio que dificultó las labores de rescate. Equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar del accidente y lograron evacuar a varios pasajeros con vida, quienes fueron trasladados a hospitales cercanos.
Reacciones Oficiales
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, expresó sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas y canceló su agenda para regresar a Bakú y atender la situación. Asimismo, el presidente de Kazajistán ofreció su apoyo a las autoridades azerbaiyanas y garantizó una investigación exhaustiva para esclarecer las causas del accidente.
Ambos mandatarios enfatizaron la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la aviación civil para prevenir futuros incidentes similares.
Un Suceso que Conmociona a Dos Naciones
La tragedia ha generado gran conmoción en Azerbaiyán y Kazajistán, donde familiares y amigos de las víctimas buscan respuestas mientras enfrentan la pérdida de sus seres queridos. Las aerolíneas y las autoridades de aviación civil han sido instadas a priorizar la seguridad y realizar revisiones exhaustivas a sus flotas y protocolos operativos.
Este accidente se suma a la lista de desastres aéreos que subrayan los riesgos inherentes a la aviación, especialmente en regiones con condiciones climáticas adversas o desafíos técnicos.
El accidente del vuelo de Azerbaijan Airlines ha dejado una marca imborrable en la memoria de los afectados y ha puesto de relieve la importancia de las investigaciones rápidas y transparentes para garantizar la seguridad aérea. Mientras las autoridades trabajan para esclarecer las causas del siniestro, el dolor y la incertidumbre persisten entre los supervivientes y las familias de las víctimas.
La comunidad internacional observa con atención este caso, esperando que las lecciones aprendidas permitan prevenir tragedias similares en el futuro.