(CNN) – El año pasado, una conmovió a Corea del Sur con la dramatización de un doloroso recuerdo de su pasado autoritario, cuando el magnicidio del presidente Park Chung-hee en 1979 condujo a un golpe militar y sumió al país en el férreo control de la ley marcial.
Por eso, cuando la noche de este martes los surcoreanos vieron conmocionados y furiosos cómo su actual presidente, Yoon Suk Yeol, declaraba la ley marcial en directo por televisión, algunos temieron que su país democrático se acercara peligrosamente a la recreación de ese oscuro capítulo.
Yoon se vio obligado a dar marcha atrás y levantó la orden de ley marcial solo unas horas más tarde, después de que los legisladores votaran de manera unánime para bloquear el decreto en medio de una feroz protesta nacional.
“¿Quién iba a pensar que en estos tiempos se declararía la ley marcial? Pero ocurrió. Y fue una sorpresa para todos nosotros”, declaró a CNN el teniente general retirado del Ejército Chun In-bum.
Seis partidos de la oposición presentaron este miércoles por la tarde (hora local) un proyecto de ley pidiendo el juicio político de Yoon, informó la agencia de noticias Yonhap.
“El presidente carece ahora de poder independiente”, dijo Sungmin Park, analista político de Min Consulting en Seúl, afirmando que el decreto de Yoon había sido un “suicidio político”.
Una salida ignominiosa de Yoon estaría lejos de ser una anomalía; muchos de sus predecesores también cayeron de sus altos cargos en desgracia. La historia presidencial de Corea del Sur ha estado marcada por golpes de Estado, encarcelamientos, destituciones y un magnicidio en la transición del país de décadas de dictadura militar a una vibrante democracia.
Park, el siguiente presidente autoritario que gobernó durante 18 años, fue muerto a tiros en 1979 por su propio jefe de Inteligencia, desencadenando una era de agitación y brutal gobierno dictatorial que dejó una marca indeleble en la psique política de la nación.
Poco después de la muerte de Park, Chun Doo-hwan, general de división del Ejército, tomó el poder mediante un golpe de Estado y declaró la ley marcial, deteniendo a opositores, cerrando universidades, prohibiendo actividades políticas y reprimiendo a la prensa.
Fue la última vez que se declaró la ley marcial en Corea del Sur. Para muchos ciudadanos que vivieron aquella época, el decreto de Yoon, por efímero que fuera, sirvió como doloroso recordatorio de la opresión y el terror del régimen militar.
En la década de 1990, Chun fue procesado por el golpe y la represión de Gwangju. Fue condenado a muerte, pero posteriormente fue indultado.
Roh Moo-hyun, presidente de 2003 a 2008, se suicidó mientras era investigado por presunta corrupción tras dejar el cargo. Su sucesor, Lee Myung-bak, fue condenado a 15 años de prisión por corrupción tras abandonar el cargo.
Y la hija de Park Chung-hee, Park Geun-hye, primera presidenta de Corea del Sur, fue destituida por la Asamblea Nacional por tráfico de influencias de su principal ayudante y amiga. Fue condenada a 24 años de cárcel por corrupción y abuso de poder. Posteriormente fue indultada.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, afirmó que la democracia surcoreana adopta un enfoque de alto riesgo tanto en el liderazgo como en la rendición de cuentas.
“Unos medios de comunicación ávidos de escándalos y un público rápido para movilizar manifestaciones masivas dificultan que los presidentes mantengan la aprobación pública. Los legados de las dictaduras desarrollistas incluyen una importante autoridad concentrada en el cargo más alto, pero también una constitución que limita al presidente a un único mandato de cinco años”, añadió.
“Como resultado, la corrupción y el abuso de poder son riesgos frecuentes, pero también lo es la justicia retributiva una vez o después de que el líder haya perdido el mandato moral para gobernar”.
El futuro político de Yoon pende ahora de un hilo, mientras aumentan los llamamientos a su dimisión en todo el espectro político, así como el procedimiento de destitución.
El principal partido de la oposición, el Partido de la Democracia, dijo que había empezado a formalizar planes para presentar cargos por traición contra Yoon y sus ministros de Defensa e Interior, informó la agencia de noticias Yonhap. Yoon también se enfrenta a la creciente discordia dentro de su partido, que se ha opuesto a su medida de introducir la ley marcial y la ha calificado de inconstitucional.
Fuente: cnnespanol.cnn.com