En 1922, cuando se estren la pelcula de Murnau que plagiaba sin pudor la novela de Bram Stoker (fue demando por ello), la llamada gripe espaola acaba de arrasar el mundo. En 1992, cuando Coppola resucit al conde Drcula de las tinieblas, empezaban a utilizarse los antirretrovirales como estrategia para detener el sida. El monstruo reaparece cuando, de repente, cobramos consciencia de lo inevitable. «La muerte», dice la criatura recreada por Werner Herzog en su particular relectura en 1079 del primer ‘Nosferatu’, «slo es cruel para los desprevenidos». La frase del monstruo le humaniza. En realidad, el empeo de la criatura atormentada por su eternidad no es otra que transfundir su mal y su pesar sin fin a la que imagina su vctima. Creemos que el monstruo nos es ajeno y, bien al contrario, est dentro de nosotros. Somos l. Basta que aceptemos la inevitabilidad de nuestro fin para dejar de experimentar la muerte como algo impropio. El vampiro, en verdad, es un estado mental.
Justo es que en tiempos pospandmicos, en tiempos de celebracin desaforada y hedonista de la vida ante la an reciente experiencia traumtica del covid, la ms individualista de las criaturas de la noche renazca en todo su crepuscular esplendor a la vez como gozoso susto y como pomposo ‘memento mori’. Eggers reconstruye de forma algo ms que fidedigna la cinta original. Y lo hace con un gusto por el detalle, espectacularidad en la administracin de lo inquietante y hasta sentido del humor que no queda otra que rendirse y admitir lo irrefutable: el monstruo somos nosotros. La criatura mtica angulosa, espectral y expresionista en cada una de sus suspiros a la que dio vida Max Schreck en los aos 20 y que luego revitaliz de manera operstica Klaus Kinski es ahora un ser indefinible y repulsivo que encarna Bill Skarsgrd desde un anonimato ‘lovecraftiano‘. Por su parte, el mulo de Van Helsing que es Willem Dafoe cobra un protagonismo muy cerca de la comedia ‘beckettiana’ tan agradablemente indito como desconcertante, que es de lo que se trata.
Se cuenta la historia de sobra conocida del conde Orlok, que es como Murnau llam a su particular Drcula. De l y de la joven pareja (Lily-Rose Depp y Nicholas Hoult) que se convertir primero en herramienta y ms tarde en fin ltimo de los desvelos ms ttricos del noble. Hasta el casern, que tambin es castillo, en Transilvania acudir el inocente y recin casado Hutter (Hoult) enviado por el oscuro agente inmobiliario Knock. Cuando firme el contrato de compra de un terreno que linda con la casa de la pareja en Inglaterra, el destino de todos los seres sobre la faz de un imperio por siempre brumoso quedar sellado para siempre. Sigue sin explicacin cmo se las arregl el conde para viajar en barco por el corazn de Europa desde los ms profundo de los bosques centroeuropeos.
En realidad, la historia de la pasin del monstruo es la historia no tanto del monstruo como de, en efecto, el objeto de su pasin. Es ella la que sufre y ella la que, hacindose consciente de la muerte (la propia y la de todos), se salva y nos salva. Eggers no busca una reinterpretacin desde el punto de vista del gnero sino simplemente otorgar al gnero lo que siempre ha sido del gnero. No es lo que la estupidez cerril ha dado en llamar ‘wokismo‘ como simple y cabal justicia, la potica y la otra. Es feminismo por sencillamente razonable. Es ella la que padece la sinrazn de un tiempo que somete los cuerpos femeninos a la tortura del cors; es ella la que es tomada por loca e histrica cuando se convierte en la nica capaz de entender el verdadero alcance de una amenaza que incumbe a todos; es ella la que nos redime. El olvido de la muerte que pretende la criatura de la noche nos condena. «La muerte solo es cruel para los desprevenidos», dice Nosferatu.
Eggers, como ya hiciera en ‘La bruja y ‘El faro’, insiste en otorgar a la imagen el privilegio de la revelacin, del sueo, de lo inaudito. La milagrosa fotografa de Jarin Blaschke dispuesta sobre la pantalla como aguafuertes de colores telricos igual recuerda a Vermeer que a David Friedrich. Y llama con la misma fuerza a lo siniestro que a lo inesperado. Este ‘Nosferatu‘ no busca ser la grave y siniestra sinfona del terror que pretenda la cinta original. Todo es mucho ms consciente y, por ello y sin exagerar, divertido. El miedo subyuga e impide razonar con la misma claridad que la risa invita desde la distancia a reflexionar. Y es ah, en el punto medio, donde se coloca una propuesta tan feliz en el riesgo como sorprendente; tan singular como deslumbrante.
Y al fondo, el recuerdo irnico de una muerte que nos define y nos destruye a la vez, que nos ofrece la posibilidad de ser felices en la aceptacin de lo absurdo de todo esto. Tan trgico como simptico. Dice Nosferatu que la ausencia de amor «es el tormento ms abyecto». Y lo dice para humanizarse, para igualarse con su vctima. Somos l.
Direccin: Robert Eggers. Intrpretes: Lily-Rose Depp, Bill Skarsgrd, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin. Duracin: 132 minutos. Nacionalidad: Estados Unidos.
Source: www.elmundo.es