Magnus Carlsen falla con cierta frecuencia en las primeras jornadas de los torneos. Pero no con tanto estrépito como este jueves en el Mundial de Rápidas, que ha ganado cinco veces (), y sólo cinco días después de arrasar en Oslo la final del circuito Champions Chess Tour. En Nueva York es el 83º de 180 participantes, con 2,5 puntos en cinco partidas de las trece previstas. Para el prestigio del noruego, triunfar en las modalidades rápidas es fundamental porque apenas disputa torneos de ajedrez clásico
El mediodía del jueves era frío (3º sobre cero) pero de sol radiante en Washington Square, el parque de Manhattan donde el ajedrez es más popular e interclasista, porque reúne a vagabundos, profesionales y millonarios; por ejemplo, en esas mesas pasó muchas horas el mítico actor Humphrey Bogart (1899-1957), jugando por unos dólares cada partida para subsistir antes de ser famoso.
En efecto, entrar en la gran elegancia del Cipriani durante el Mundial es muy caro: desde 66 dólares (63 euros) por una sola ronda (220 la jornada de cinco) hasta 1.500 por un pase VIP para los cinco días (tras el Mundial de Rápidas, del 26 al 28, se disputará el Relámpago, el 30 y 31). Pero Anderson y millones de aficionados de todo el mundo siguen las partidas gratis, en directo o diferido, por internet.
Dado que es uno de los mejores ajedrecistas de la historia, nadie duda de que su remontada es posible en Nueva York, donde los cuatro líderes provisionales (con 4,5 puntos) son inesperados: el ruso (con bandera FIDE) Volodar Murzin, el armenio Shant Sargsyán y los estadounidenses Leinier Domínguez (de origen cubano) y Daniel Naroditsky; el español Alan Pichot tiene 3,5; David Antón, 3; José Carlos Ibarra, 2; y el prodigio argentino Faustino Oro, de 11 años, 2. En el Mundial Femenino, Sara Khadem y Marta García tienen dos puntos tras cuatro rondas.
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Source: elpais.com