Consejos para pasar las fiestas si no se está bien emocionalmente: “Se fuerza a las personas que no se sienten bien a estarlo”

Si una persona , debe poner límites para los eventos de Navidad o Año Nuevo, indica Cordero. “No hay necesidad de participar en todas las actividades sociales, es necesario priorizar lo que a uno le hace sentir bien”, dice. Así, las decisiones pueden ser grandes o más pequeñas, desde no asistir a una cena a participar solo un ratito.

Por otro lado, la falta de compañía ―por estar lejos de la familia o de los amigos― puede incrementar la sensación de tristeza o soledad en esta época de festejos, indica Cordero. Por eso recomienda hacer un cambio en las celebraciones y hacer actividades que se alineen con el estado emocional de ese momento. Algunos consejos son: rodearse de personas con las que uno se siente cómodo, mover el cuerpo, actividades como caminar, leer o meditar. “Buscar actividades de calma, cuando las fiestas son un torbellino”, señala.

En el mismo estudio de IKEA, un 36,3% de encuestados se sentía más solo durante la Navidad, especialmente por la memoria de seres queridos fallecidos.

Los niños no son ajenos al sufrimiento y estas épocas también pueden ser difíciles para ellos. Los consejos para los adultos aplican igual para los menores, la diferencia es que o familiares cercanos. “Ellos justo están aprendiendo a gestionar emociones y aprenden de los adultos”, dice Antequera.

Jesús Linares, director del máster en intervención psicológica en situaciones de crisis, catástrofes y emergencias de la Universidad Europea de Madrid, y quien actualmente trabaja con los , explica que para quienes se han visto afectadas por desastres de esta magnitud “este tiempo puede estar marcado por otro tipo de emociones como duelo, estrés o incertidumbre”. Linares coincide en que aceptar estas emociones es un paso fundamental: “Hace que se sientan comprendidos y no juzgados. Ignorar el dolor, decir que es Navidad y hay que sonreír, puede llevar a que se aíslen más emocionalmente”.

Linares aconseja a quienes todavía no están preparados para celebrar que se den el permiso de no participar de las actividades y priorizar el autocuidado. Y, de hacerlo, establecer normas para evitar temas sensibles.

La recapitulación de lo hecho durante el año o las nuevas metas para el siguiente pueden “estar cargados de ansiedad ”, dice Adán. Por eso, considera que no es necesario hacerlo, aunque haya una presión social. “No es necesario elaborarlas a final del año, el bienestar mental no se debe evaluar en lo que uno ha hecho o no, es evaluar a diario lo que a uno le hace bien”, explica.

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