La manía de Donald J. Trump . Precede en lustros a sus recientes arrebatos contra el “alto costo” que pagan los barcos que lo transitan o al señalamiento de que los chinos lo controlan.
En 2011, el empresario buscó por primera vez la nominación presidencial participando en las primarias del partido Republicano. Era uno más dentro de la decena de precandidatos en una competencia que ganó Mitt Romney, el senador de Utah que trató de frenar la reelección de Barak Obama.
Así, se zanjó una controversia centenaria para garantizar un canal abierto al comercio mundial. El Tratado Concerniente a la Neutralidad y Funcionamiento es el instrumento jurídico vigente entre ambas naciones. A él se han adherido más de 40 países, incluyendo las potencias europeas, Rusia, Japón y Latinoamérica. Mediante el mismo, se declaró la neutralidad del Canal para que, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra, éste permanezca abierto al tránsito pacifico de las naves de todas las naciones en términos de entera igualdad, “de modo que no haya contra ninguna nación discriminación concerniente a las condiciones o costes del tránsito”.
Panamá apenas había terminado de tomar control total del canal cuando inició un ambicioso programa de modernización y ampliación del mismo. por Panamá es, en términos prácticos, un segundo canal, aumentando significativamente el número y tamaño de los navíos que pasan por él. 13.000 naves cruzan anualmente la vía acuática, de todas las banderas del mundo, conectando 1.920 puertos.
Y sí, el 74% de la carga que atraviesa el istmo de Panamá tiene como origen o destino los Estados Unidos. En un muy distante segundo lugar le siguen las naves que zarpan o vuelven a China, luego las de Japón, Corea del Sur y Chile. Un canal gerenciado por trabajadores y pilotos panameños, en tierras panameñas, para cuyo abastecimiento se han dispuesto gigantescas reservas naturales
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com