Víctor Claver: “Siempre me he sentido superior físicamente”

Sus 208 centímetros giran muchas cabezas en este mercado que, como tantos, ya no es mercado. A Claver —campeón del mundo, dos oros europeos, y plata y bronce olímpicos— se le ve en paz, disfrutando de un año sabático a la espera de nuevos proyectos tras el verano. La retirada no le ha atropellado porque ya llevaba tiempo preparándose para este momento. “Siempre había querido retirarme cuando yo decidiera. Este verano llegó el momento, puse todo en una balanza y lo hice de una forma muy tranquila y sabiendo que era lo mejor para mí. Físicamente ya no me encontraba al 100% y, como yo siempre me he sentido superior físicamente, había dejado de disfrutar. Y sin disfrutar, no quería seguir”.

Claver participó de la gloria de la Familia. El valenciano vivió de primera mano la evolución de Sergio Scariolo al frente de la selección. “Creo que él ha llevado un proceso de cómo empezó a cómo es ahora: ha cambiado. Él tenía unas ideas y, cuando llegó y vio los perfiles que había, se fue adaptando y la gente se fue adaptando a él. En el Europeo de Polonia de 2009 hubo momentos de crisis y al final fue el grupo, con él incluido, el que lo salvó. Ha hecho un gran trabajo y sigue haciéndolo”.

Ahora no sigue la NBA, pero alcanzar la mejor liga del mundo fue uno de los hitos de su carrera. “Me hizo ilusión estar en todos los pabellones, en el Madison, en el Staples, jugar contra Kobe, que me defendiera Steve Nash. O enfrentarme a Vince Carter, que hablaba mucho, como para intimidarte, al que idolatraba. Yo tenía un póster suyo en mi habitación y luego llegué a jugar contra él. Pero también contra Kobe Bryant, LeBron James, Steph Curry…”.

Hay gente que entiende que su paso por la NBA fue decepcionante. “Evidentemente, lo podría haber hecho mejor. Creo que en ese momento, no por ser joven, sino por dejarme llevar, pensé que era suficiente con lo que hacía. Quizá debí haber hecho algo más de mi parte, pero también lo disfruté mucho. El primer año jugué muchos partidos, algunos de titular. Me hice un hueco. Al siguiente año cambió la situación. Pero fue un aprendizaje muy grande y además disfruté de cumplir un sueño”.

Rusia, donde se comunicaba con el Google Translator, no le gustó tanto, y en Barcelona conoció a su mujer, Andrea, en una cena de amigos durante un verano que pasó en la ciudad condal mientras se recuperaba de la rodilla. Un par de semanas antes de esa cena, sin saberlo, habían coincidido en una boda y, repasando el único vídeo que ella había grabado, descubrieron que aparecía él. Juntos han tenido a Hugo, un niño pelirrojo que sorprende a su padre por su fascinación por los deportes.

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