El jovencísimo Edgar Canet se presenta en sociedad en la etapa prólogo del Dakar 2025

“Me lo he pasado bien, he disfrutado mucho, una vez que estaba en carrera no parecía el Dakar, era simplemente como ir en moto una vez más”, decía Canet nada más cruzar la línea de meta. No solo el escenario era nuevo para él, también su máquina, el casco y demás elementos usados en un día que recordará toda la vida. “La etapa ha sido un poco al esprint, ha sido un día de sacudirse los nervios y veremos que tal mañana con la navegación. Habrá que estar centrado, porque será una etapa larga y no debemos volvernos locos nada más empezar”, añadía el chaval, con una madurez inusitada para su edad. La primera especial del Dakar este sábado será de 412 kilómetros entre cruces de pistas y múltiples terrenos, y la estrategia entrará en juego con todos los pilotos pensando en evitar abrir pista de cara a la temida 48 horas de 1.000 kilómetros sin asistencias.

Cumplida de la mayoría de edad, hizo caso omiso a las advertencias y se lanzó a probar suerte en las 1.000 dunas, donde terminó segundo en su estreno en la disciplina. “Un piloto de 18 años de enduro que no ha hecho raids, que no tiene la visión de lo que es ir por un camino… le aconsejamos que no lo hiciera porque conocemos la peligrosidad de esto”, recordaba Roma durante la presentación del proyecto del chaval en Castellolí. “Debido a su insistencia y actitud, le ayudamos a escoger a la gente que lo rodeara porque es un camino muy complicado para hacerlo solo. Técnicamente es un buen piloto, como todo el que viene de ganar cosas en motocross, pero aunque tiene cualidades ahora debe ir tranquilo y dar todos los pasos necesarios antes de poder luchar por el Dakar”, prevenía el catalán, muy consciente de los riesgos del deporte de motor después de que en mayo de 2024 su hijo Marc quedara parapléjico tras sufrir un accidente.

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