La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitó este sábado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida. La reunión no había sido anunciada ni por el Gobierno italiano ni por los portavoces de Trump. Meloni compartió una cena con el presidente electo y junto a otros asistentes presenciaron un documental sobre el sistema judicial estadounidense.
Meloni es la cuarta dirigente internacional que visita a Trump en su mansión de Florida desde que ganó las elecciones. Ya acudieron allí el presidente de Argentina, Javier Milei, y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, aliados marcadamente conservadores, como la propia Meloni. También lo hizo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en su caso en un viaje de urgencia después de que Trump amenazase a Canadá con imponerle aranceles del 25% si no detenía la entrada de inmigrantes y drogas por su frontera.
Trump y Meloni hablaron de diversos temas, según una fuente familiarizada con el asunto citada por Bloomberg, incluidos los aranceles con los que el presidente entrante ha amenazado a varios socios comerciales, y la detención en Irán de la periodista italiana Cecilia Sala. Sala está recluida en la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán, donde tiene que dormir en el suelo y con una luz encendida las 24 horas, acusada sin más precisiones de violar las leyes.
La detención de Sala en diciembre se produjo días después de que las fuerzas del orden italianas, a petición de Estados Unidos, detuvieran a su vez en el aeropuerto de Malpensa (Milán) a un empresario suizo-iraní, Mohammad Abedini Najafabadi. Abedini está acusado por Estados Unidos de facilitar piezas para la fabricación de drones que se utilizaron en un ataque en 2023 en el que murieron tres soldados estadounidenses en Jordania. Irán ha negado su implicación en el ataque. El empresario permanece bajo custodia italiana mientras las autoridades analizan su caso.
Tommaso Foti, ministro italiano de Asuntos Regionales y de la UE, dijo el domingo que la reunión demostraba que Italia podía actuar como “puente diplomático entre dos mundos: la Unión Europea y Estados Unidos”, según recoge Reuters.
El designado para ser secretario de Estado de Trump, también le dedicó unas palabras y calificó a Meloni de “gran aliada” y “líder fuerte”. La primera ministra italiana no intervino.
A continuación, Trump tomó asiento entre el público para ver el documental Eastman Dilemma: Lawfare or Justice, que sostiene la tesis de que en los últimos años Estados Unidos ha sufrido un sistema judicial con doble rasero que ha atacado injustamente a los abogados que representan a clientes conservadores. El documental cuestiona las investigaciones criminales y el escrutinio legal al que se enfrenta John Eastman, un antiguo abogado de Trump que fue uno de los protagonistas de los infructuosos esfuerzos de Trump por anular su derrota en las elecciones de 2020. El propio presidente electo ha sido impitado en cuatro ocasiones y está citado el próximo 10 de enero para escuchar la sentencia por los 34 delitos de los que le declaró culpable en mayo pasado un jurado popular en el caso Stormy Daniels. Se convertirá el 20 de enero en el primer delincuente convicto que asume la presidencia.
La proyección comenzó sobre las 21.13 horas, y entre los asistentes estaban también, además de Trump, Meloni y Rubio, el congresista por Florida Mike Waltz, que será consejero de seguridad nacional del nuevo presidente y el elegido para el Tesoro Scott, Bessent.
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Source: elpais.com