Carlos Sainz Cenamor (Madrid, 62 años) las ha visto de todos los colores a lo largo de su trayectoria deportiva y vital, pero sigue sufriendo los reveses como el primer día. El piloto español, que se vio obligado a abandonar el Rally Dakar después de completar heroicamente la segunda especial de 1.000 kilómetros partida en dos jornadas, dijo sentir rabia y frustración por no poder continuar la prueba por culpa de los daños sufridos en la jaula de seguridad de su Ford Raptor T1+. Un buen trastazo en una duna cortada el pasado domingo, cuando apenas había completado un tercio de la etapa dividida en dos jornadas, fue el principio del final a la breve pero intensa participación del vigente campeón, cuatro veces ganador del Touareg con cuatro marcas distintas.
“Es una de las grandes decepciones de mi carrera, pero al final peino canas y sé que las carreras son así, unas veces salen y otras no”, comentaba Sainz tras conocerse el abandono. La decisión llegó tras horas de deliberación por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que siguió la normativa de seguridad a rajatabla y apreció, como en el caso de Laia Sanz y su Century en la primera etapa, una deformación en una de las barras de acero del chasis. Esos milímetros de desplazamiento del metal rompieron la épica travesía de más de 600 kilómetros sin carrocería ni techo, una conducción al límite a más de 150 kilómetros por hora por la arena a una mano, protegiéndose del reflejo del sol con la otra. También la mano de Lucas Cruz, su copiloto, aguantando como un jabato la puerta en su sitio después del destrozo.
Con mucha tristeza, tenemos que decir adiós al @dakar este año. Así son las carreras, a veces toca vivir la parte más amarga. Pronto volveremos a casa para recuperarnos física y mentalmente. Gracias a todos por el apoyo.
With great sadness, we have to say goodbye to the @dakar… pic.twitter.com/KrKH12iwmP
Quienes conocen a Sainz, sin embargo, saben que todavía querrá intentarlo al menos una vez más. A lo largo de su trayectoria dakariana, el español jamás ha abandonado una marca oficial sin antes ganar la prueba. Él mismo reconocía al inicio del rally que tiene contrato con Ford para 2026, otra señal de que si el físico se lo permite, estará en la línea de salida una vez más. Aunque siempre ha dicho que a estas alturas se lo toma “partido a partido”, al fin y al cabo sigue soñando con ser el primer abuelo en ganar el Rally Dakar.
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Source: elpais.com