Un quinto incendio crece con rapidez en Hollywood y se suma al escenario de pesadilla en Los Ángeles

“Necesitamos una evacuación inmediata de todas las personas. No hay tiempo que perder, es obligatoria”, aseguró en la tarde del miércoles Margaret Stuart, portavoz del departamento de bomberos de Los Ángeles, en referencia al incendio Sunset. Las órdenes afectan a los que viven al este de la carretera 101, al norte de Mulholland Drive y al sur del bulevar Hollywood, una céntrica región. Estas órdenes se suman a los llamamientos a evacuar que afectan ya a 70.000 personas en Altadena y Pasadena (incendio Eaton), y a otros 60.000 vecinos en Pacific Palisades y Malibú (incendio Palisades).

La zona amenazada por Sunset, que se originó a las 17.30 y duplicó su tamaño en pocos minutos, incluye algunas de las partes más conocidas de Los Ángeles, como el Paseo de la Fama, el Hollywood Bowl y los Teatros Chino y Dolby, el escenario donde se entregan los Oscar. El llamamiento de las autoridades provocó el cierre temprano para los negocios de la zona, generalmente abarrotada con turistas.

En el Runyon Canyon, uno de los parques más famosos de Hollywood, una ruta senderista de moda, había media docena de dotaciones de bomberos apagando el fuego. Los curiosos llegaban a la puerta junto con influencers que hacían streaming en directo del evento a sus seguidores. Los bomberos han acercado sus mangueras por el portón de entrada del parque, en la calle Fuller; sin embargo, pasadas las ocho y media de la tarde, abandonaron la zona porque se les necesitaba en otra, como ellos mismos comentaban.

“No estamos fuera de peligro”, señaló por la tarde del miércoles Kristin Crowley, la jefa de bomberos de Los Ángeles, quien advirtió que la mayoría de los incendios que asolan la región seguirían activos por la noche. El incendio Palisades continúa representando la mayor amenaza y es el que más destrucción ha causado. Sus llamas han consumido más de 1.000 estructuras, la mayoría de estas, residencias y negocios a lo largo de la costa del Pacífico.

Más de un millar de bomberos llevan más de 24 horas batallando ininterrumpidamente sobre el terreno. Aun así, los dos principales incendios que afectan a la ciudad siguen fuera de control. El Eaton y el Palisades apenas habían sido contenidos en la noche del miércoles, de acuerdo a las autoridades. Los responsables de emergencias se mostraron optimistas y aseguraron que el viento amainará en las próximas horas, lo que puede dar una tregua a los bomberos que luchan también contra el Hurst y el Lidia, ubicados al norte del valle de San Fernando.

📹 VIDEO | Los focos de fuego en Pacific Palisades, Eaton y Hurst, en Los Ángeles, han quemado más de 10.000 hectáreas y han provocado la muerte de al menos cinco personas. Los periodistas @luispablob y @laporcel recorren las zonas más afectadas https://t.co/mfveDQPpQp

Ahora que el aire lo permite, el Gobierno de California ha reforzado la flota aérea que podrá combatir a los incendios de Eaton y Palisades. Se han movilizado 16 helicópteros equipados para operar de noche y siete aviones cisterna.

El fuego no se ha controlado, pero ya comienzan a aflorar las primeras críticas a la respuesta inicial de las autoridades. Al centro de esta se encuentra el Departamento de Agua y Energía (DWP por sus siglas en inglés), la empresa de servicios local. Los tanques de agua de la compañía en la zona de Pacific Palisades se quedaron sin agua para las tres de la madrugada del miércoles, lo que afectó el trabajo de cientos de bomberos, quienes tuvieron problemas para sacar agua de los hidrantes en las áreas más altas de la montaña.

La empresa afirmó este miércoles que el suministro fue afectado por una “tremenda demanda” provocada por los usuarios que combatieron el avance de las llamas con sus mangueras domésticas. “Era una demanda cuatro veces lo normal durante 15 horas seguidas, fue eso lo que bajó la presión del agua”, aseguró la ingeniera en jefe de DWP, quien afirmó que antes del suceso los 114 tanques que se tiene en la región estaban llenos.

La compañía de servicios también suspendió el servicio a 183.000 personas con cortes a medida de precaución y así evitar nuevos incendios. A la cifra se suman otras 230.000 personas que se quedaron sin luz por los fuertes vientos. Otras 400.000 estaban bajo alerta de sufrir suspensión del servicio. Cuando el humo de los incendios se despeje se podrá cuantificar mejor el daño a la ciudad. La compañía AccuWeather estima de forma preliminar que el impacto económico de estos incendios podría rondar los 57.000 millones de dólares.

El Distrito Escolar de Los Ángeles, el segundo más grande del país solo después de Nueva York, ha suspendido las clases para este jueves en sus más de mil planteles, lo que dejará en casa a medio millón de alumnos. Las autoridades repartirán alimentos para los estudiantes de menos recursos.

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