La transición verde avanza en Europa: las renovables desplazan a los combustibles fósiles y ahorran 59.000 millones en importaciones

Al freno en el desarrollo de las renovables al que aspira el presidente Donald Trump, que ha firmado varias órdenes ejecutivas en ese sentido nada más aterrizar en la Casa Blanca, desde la Comisión Europea y algunos países de la UE se ha respondido con una defensa de estas tecnologías más allá de razones ideológicas y medioambientales. “La energía limpia es la respuesta a medio plazo, porque es barata, genera buenos empleos locales y refuerza nuestra independencia energética”, razonó el martes la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, desde el Foro de Davos. Un informe elaborado por Ember, un grupo de expertos en energía y clima, sobre el sector eléctrico de la UE apunta en esa misma dirección: las renovables, que han superado ya al carbón y el gas en la generación eléctrica en el conjunto de los 27, están ahorrando miles de millones de euros en importaciones a los europeos, además de reducir las emisiones de efecto invernadero, causantes del cambio climático.

El salto más espectacular en estos años se ha dado con la energía solar, que ya cubre el 11% de la demanda eléctrica europea y que por primera vez en 2024 superó al carbón (10%). Del mismo modo, la eólica (con un 17% de cuota) generó más electricidad que el gas (16%) por segundo año consecutivo.

Para Rosslowe, con la vuelta de Trump a la Casa Blanca, “el Pacto Verde adquiere aún más importancia” porque el mundo “necesita más que nunca el liderazgo climático”. Sobre todo, tras la orden dictada por el republicano para sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Además, según este analista, el regreso de Trump “también refuerza los argumentos para que Europa continúe su campaña para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados”. “En sus esfuerzos por reducir la dependencia de la energía rusa, la UE aumentó la dependencia de los suministros de gas de EE UU”. En su opinión, “la única solución estructural para mejorar tanto el acceso a la energía como la seguridad energética en la UE es continuar con la transición hacia una energía limpia, barata y autóctona”.

La irrupción de Trump, que aspira a aumentar las perforaciones de petróleo y gas en EE UU (que es el primer productor mundial de estos dos combustibles), ha generado inquietud entre los activistas climáticos por el impacto que puedan causar las medidas que impulse el republicano, que también ha puesto en el punto de mira a la energía eólica para frenar su desarrollo. Pero António Guterres, secretario general de la ONU, . Lo hizo también en el Foro de Davos, el gran cónclave del capitalismo global.

“El Acuerdo de París sigue siendo la mayor esperanza de toda la humanidad”, recalcó un día antes Ursula von der Leyen. “Europa mantendrá el rumbo y seguirá trabajando con todas las naciones que quieran proteger la naturaleza y detener el calentamiento global”, añadió la presidenta de la Comisión. Sin embargo, el contexto en Europa no es el mismo que en 2019, cuando se lanzó aquel Pacto Verde impulsado con el consenso de populares y socialdemócratas en Bruselas. En los últimos cinco años el avance del populismo de derechas también se ha dado en Europa y ha hecho que se retroceda en algunas políticas medioambientales en muchos casos difundiendo bulos.

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