La filtración de las declaraciones en sede judicial de Elisa Mouliaá y de Íñigo Errejón, tras la denuncia interpuesta por la actriz al exportavoz de Sumar, ha desatado una oleada de críticas contra el juez que instruye el caso, Adolfo Carretero, por el tono y las preguntas que realizó a la mujer. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió el miércoles una investigación por la actuación del magistrado, tras recibir más de 900 quejas y denuncias en relación con su actuación. Esto puede derivar en la apertura de un expediente y una posterior sanción para el juez. En medio del revuelo mediático, Carretero ha participado este viernes en el programa de Antena 3 Espejo Público para defenderse.
El magistrado considera que la declaración es la prueba fundamental en este tipo de demandas en la que no hay más que dos partes con pocos testigos, según su criterio. “Si la denuncia contiene términos groseros, yo de eso no tengo la culpa, siento si alguien ha podido sentirse ofendido, no era mi intención en absoluto ofender a una víctima, tengo el máximo respeto por las mujeres”, ha recalcado mientras Griso insistía en que la cuestión del revuelo no eran las preguntas, sino la manera de formularlas.
No comprende por qué está siendo cuestionado. “No contemplo la avalancha de críticas por utilizar palabras que vienen en la propia denuncia de agresión sexual. Si los términos son duros, es lo que hay”, ha manifestado. No considera ofensivo hablar de “tetas” porque defiende que es una cuestión que tiene que ver con los hechos denunciados.
“En la declaración se habla de que alguien saca un pene y si alguien hace eso es para cometer incluso un delito mayor del que se denuncia”, ha explicado para justificar la realización de su interrogatorio. Además, ha aclarado que el Tribunal Supremo le exige tres requisitos en las declaraciones: la permanencia a la imputación, la ausencia de motivos espurios y la existencia de credibilidad.
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Source: elpais.com