Primera noche loca de la nueva Champions: el City, al borde de la eliminación; el Madrid busca suavizar el camino

El nuevo formato ha deparado menos seguridades de las anticipadas para los clásicos. De los cuatro semifinalistas de la pasada edición (Madrid, Borussia Dortmund, Bayern y PSG) ninguno llega al último día entre los ocho equipos clasificados directamente para octavos, y es complicadísimo que alguno alcance este miércoles esas posiciones.

El Madrid saldrá contra el Brest en Guingamp aún con alguna opción residual de saltar del puesto 16 al octavo. La carambola improbable depende de lo que suceda en otros cinco partidos, entre ellos el del Barcelona, que debería ganar al Atalanta. Lo más alcanzable que tiene el equipo de Ancelotti al final de la liguilla es avanzar lo suficiente en la clasificación como para evitar cruzarse en octavos con el Liverpool o con el Barcelona, dos de los cinco equipos que le han ganado este curso.

Lo que depende de sí mismo le bastaría para evitar ese camino crudo. Si derrota al Brest, subiría al menos dos puestos, lo que le sacaría de esa ruta. Avanzaría uno al superar a ese rival en la tabla. El otro es consecuencia de que también se enfrentan en Francia el Lille y el Feyenoord, que le preceden en la clasificación. Podría ganar incluso tres si empatan. Y un cuarto si se impone por dos goles de diferencia más que el Bayern al Bratislava, ya eliminado. O si los bávaros no ganan. O si no gana el Dortmund al Shakhtar, también fuera de la competición haga lo que haga. Para completar la carambola impensable de colarse en octavos, el Madrid necesita también que el Aston Villa pierda contra el Celtic y que al Mónaco le suceda lo mismo contra el Inter.

En cambio, un empate o una derrota contra el Brest le complicarían el camino. Caería por debajo del puesto 16 y perdería así la ventaja de jugar en casa la vuelta de los dieciseisavos.

El último campeón no es el único jerarca inquieto. Ni siquiera el que más. El City es tal vez el equipo que se encuentra en la situación más inopinada, después de que la semana pasada el PSG le remontara un 0-2 para terminar 4-2 en el Parque de los Príncipes. Los ingleses, que llegan fuera de los 24 que acceden al playoff, necesitan ganar este miércoles en el Etihad al Brujas, que no ha perdido ninguno de sus últimos 16 encuentros, desde que los rindió el Milan el 22 de octubre. Pep Guardiola se ha referido varias veces a la cita como “una final”. Y es cierto que es definitiva: “Solo tenemos una opción, que es ganar el partido. Si no lo ganamos, no seguimos en esta competición”, recordó ayer. “Agradezco vuestra preocupación por que no nos clasifiquemos, pero creo que vamos a hacerlo”, respondió a las insistentes preguntas sobre la posibilidad.

Las dificultades para el PSG en este miércoles loco son bastante menores después del match ball que salvó la semana pasada Luis Enrique contra Guardiola. El azar les ha deparado a los parisinos un último partido que invita al biscotto. El empate en Stuttgart clasifica a ambos. Otro resultado es muy probable que eliminara al perdedor si el City vence al Brujas o el Dinamo de Zagreb, al Milan.

A la tensión y las suspicacias que deja la nueva Champions para estas dos horas de fútbol escapan, sin embargo, dos de los 18 encuentros, el Young Boys-Estrella Roja y el Sturm Graz-Leipzig, duelos entre eliminados, ya solo con pequeñas recompensas económicas en juego. Una pequeña tregua para una noche empachada de incertidumbre y cuentas en simuladores.

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