La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a una pena de prisión permanente revisable a Alí Kouch, de 39 años, que asesinó a su mujer, Warda Ouchane de 28 años, embarazada de cinco meses y al hijo de siete años de ambos en el domicilio familiar de la localidad mallorquina de Sa Pobla en mayo de 2021. La presidenta del tribunal del jurado, Samantha Romero, ha impuesto una pena de prisión permanente revisable por el asesinato del menor, 25 años de cárcel por el asesinato de su mujer embarazada y seis meses de prisión por un delito de maltrato habitual. Es la primera vez que un tribunal de Baleares impone la pena máxima recogida en el Código Penal tras un veredicto de culpabilidad de un jurado popular.
Los hechos se produjeron la noche del 16 de mayo de 2021 en el domicilio familiar que ambos, de nacionalidad marroquí, compartían en la localidad de Sa Pobla, al norte de la isla de Mallorca. Según el relato de hechos probados emitido por los miembros del jurado, Kouch atacó a su mujer con un cincel, le propinó varios golpes en la cabeza que la aturdieron y a continuación, al percatarse de que seguía respirando, la estranguló. “La acción le provocó una muerte agónica”, señaló el portavoz del jurado durante la lectura del veredicto.
A continuación, Kouch se quedó a solas con su hijo y lo estranguló, abandonando la vivienda y huyendo a Palma, donde se entregó a la policía al día siguiente. En la sentencia, de la que se ha avanzado el fallo, la magistrada subraya que el acusado atacó a su hijo menor de siete años aprovechándose “no sólo del hecho de que el menor no iba a esperar un ataque de la persona que debe velar por él y protegerle, sino de la desproporción de fuerzas existente entre un menor de siete años y un adulto joven”.
La sentencia destaca que Kouch inmovilizó al menor utilizando los pies, probado por las fibras de la camiseta del niño que se hallaron en las chanclas que llevaba el condenado, lo que para la jueza representa una conducta “merecedora de un contundente reproche penal”. La sentencia también le condena por un delito de maltrato habitual después de que el jurado considerase probado que Ouchane había sufrido violencia de forma habitual en el pasado.
La sentencia obliga a Kouch a indemnizar a cada uno de los padres de Ouchane con 238.593,96 euros y a sus tres hermanos con la cantidad total de 322.755,30 euros, por lo que deberá pagar a la familia de las víctimas alrededor de 800.000 euros. “Se estima que las cuantías indemnizatorias solicitadas por la acusación particular resultan proporcionadas y justificadas en atención al incalculable perjuicio moral que se deriva de los hechos declarados probados” señala la sentencia.
La víctima había denunciado a su pareja en dos ocasiones. La primera vez, en 2012, por agresiones y amenazas, obtuvo una orden de alejamiento que estuvo en vigor hasta 2013. La segunda denuncia se efectuó en 2018, aunque poco después Ouchene pidió salir del programa de protección, algo que hacen, sumidas en la espiral de la violencia machista, múltiples víctimas.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico [email protected]
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Source: elpais.com