Los palestinos condenan el plan de Trump para Gaza: “Son declaraciones agresivas y echarán leña al fuego”

Desde fuera, y sin ser palestino, cuesta entender la mentalidad del gazatí. El regreso —gracias al alto el fuego tras casi 16 meses de guerra— de cientos de miles de ellos en los últimos días a las ruinas de lo que fueron sus casas y sus calles, en el norte devastado de la Franja, explica bien la resiliencia que les impulsa. De generación en generación, van heredando unas convicciones ancladas a un territorio del que ahora, de nuevo, les quieren expulsar. Ocurrió en 1948, para la creación del Estado de Israel. Desde entonces, lo siguen impulsando los distintos gobiernos israelíes, tanto en Gaza como en Cisjordania. Por eso, desde ciudadanos de a pie a instancias oficiales, como el Gobierno de Hamás en Gaza o la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Ramala, la capital cisjordana, es generalizado el rechazo al plan de expulsar a la población y dejar la Franja bajo su control presentado este martes por Donald Trump.

Por su parte, el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, ha expresado su “firme rechazo” a través de un comunicado en el que se refiere a la idea de Trump como una “grave violación del derecho internacional”. “El pueblo palestino no renunciará a sus tierras, derechos y lugares sagrados, y la Franja de Gaza es una parte integral de la tierra del Estado de Palestina”, subraya. Abbas agradece el apoyo recibido de países como Jordania, Egipto o Arabia Saudí frente al anuncio de “expulsión y anexión” del mandatario estadounidense.

Samir Zaqout, de 58 años y empleado de la organización de derechos humanos Al Mezan, pronostica que “ninguna solución puede alcanzarse para Gaza o los palestinos sin una salida política. No va a funcionar desplazar de nuevo a la gente. Van a fallar”. A través de notas de voz enviadas por teléfono desde el centro del enclave, donde el alto el fuego sigue en vigor desde el 19 de enero, agrega: “Llevamos 76 años [desde la independencia de Israel] bajo algo que podemos llamar genocidio a diario, semanal” y “nadie piensa en la evacuación de Gaza como solución. Si nadie ha hablado de irse en estos 16 meses de guerra, ¿cómo alguien puede pensar en una solución de este tipo, aunque Jordania y Egipto aceptaran?”. Por eso, para él, “la limpieza étnica” no es algo de ahora.

Riad Ali El Aila, hispano-palestino de 72 años evacuado de Gaza al comienzo de la actual guerra, no se atreve a poner una fecha de regreso, pero va a intentarlo en cuanto le dejen para reconstruir lo que ha dejado atrás a la fuerza, explica en conversación telefónica desde el pueblo sevillano de Pilas, donde reside con su familia. En los cuatro años de legislatura de Trump, “creo que, como empresario, va a cambiar el mundo a su manera, como si el mundo fuera para él una gran compañía”. Alguien que tiene mucho dinero y quiere tener más. Su pensamiento es económico y no tiene nada que ver con la política, ni los derechos humanos, ni las Naciones Unidas”, comenta este profesor jubilado. Interpreta que el presidente de EE UU lo hace para afianzar en el poder a Netanyahu y el sector más “derechista” de su gabinete, partidario de recolonizar la Franja.

Frente a lo que tienen en mente de Trump y Netanyahu, los refugiados palestinos reclaman todavía su derecho a retornar a las localidades de donde fueron empujados en la guerra de 1948. La fecha del comienzo de la lucha del pueblo palestino no comenzó con la independencia de Israel ese año, sino tres décadas antes, entiende Riad El Aila. En 1917, el ministro de Exteriores británico, Arthur Balfour, emitió una declaración, a la que dio nombre, en la que se expresaba la voluntad de otorgar un hogar para los judíos en lo que entonces era territorio palestino. Por eso, señala El Aila, “Trump es el segundo Balfour”.

El profesor hispano-palestino incide en el aguante de su pueblo a lo largo de las décadas: “Los palestinos están acostumbrados a resistir en su tierra, aunque sea bajo bombas norteamericanas [este país es el principal suministrador de armas de Israel], y no cambian por la destrucción en la Franja de Gaza por ningún otro país de la zona y ni siquiera lo harían por Estados Unidos”. Mientras se concretan los planes de Trump y Netanyahu y se afronta la reconstrucción de Gaza, los hijos de El Aila siguen cursando sus estudios de forma telemática desde Pilas (Sevilla).

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