Trump sostiene que Israel “cedería Gaza a Estados Unidos” después de haber expulsado a los palestinos

El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha reafirmado este jueves en su plan para que Washington se haga cargo de Gaza, y ha dado una serie de nuevas pistas sobre qué tiene previsto hacer allí (y sobre todo cómo pretende hacerlo). En un mensaje en Truth, su red social, ha indicado que Estados Unidos entraría en la Franja una vez que hayan “concluido los enfrentamientos” e Israel haya llevado a cabo la operación de reasentamiento a otros países de los palestinos que allí viven (superan los 2,2 millones de personas). Su misión sería reconstruir Gaza para transformarla en “uno de los sitios mejores y más espectaculares” del mundo.

Trump había dejado atónito al mundo cuando el martes anunció por sorpresa, en una rueda de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu —con quien acababa de reunirse—, una propuesta para que Estados Unidos se hiciera cargo de la Franja, de donde se trasladaría a los palestinos que la habitan a otros países: el republicano mencionó específicamente a Egipto y Jordania. Según reiteró varias veces a lo largo de media hora de declaraciones en esa comparecencia, ese traslado forzoso sería permanente.

En su mensaje de este jueves, el presidente estadounidense cambia los tiempos verbales que empleó el martes, y deja de utilizar el futuro (“Estados Unidos tomará el control de Gaza”) para pasar al condicional y dar a entender que nada está aún escrito en piedra: “Israel entregaría la franja de Gaza a Estados Unidos una vez concluidos los enfrentamientos”, en referencia a la guerra desatada en octubre de 2023 y ahora interrumpida por un alto el fuego.

Estados Unidos, según el plan del empresario devenido en presidente, desempeñaría el papel de promotor inmobiliario. El republicano sostiene en su mensaje en Truth: “Colaborando con estupendos equipos de desarrollo de todo el mundo, comenzaría a arrancar despacio y con cuidado lo que se convertiría en uno de los enclaves urbanísticos mejores y más espectaculares de este tipo en el mundo”. Su descripción no carece de ironía: su Gobierno se encuentra en pleno proceso para desmantelar la propia agencia estadounidense de ayuda al desarrollo, USAID.

Gaza “es un sitio de demolición”, sostuvo el presidente estadounidense el martes. Harán falta, defendió, entre 10 y 15 años al menos para reconstruirla. Ahora no está en condiciones habitables, por lo que sus habitantes deben marcharse a otros países vecinos. El martes insistía en que no habría regreso, porque de otro modo se volvería a la misma situación “de los últimos 100 años”, un ciclo constante de guerra y muerte.

Israel, por su parte, ha dado instrucciones para comenzar a preparar una operación de traslado que, sostiene, sería “voluntaria” para los gazatíes. Pero que a oídos palestinos suena como una repetición de la Nakba, la operación de limpieza étnica entre 1947 y 1949 que expulsó de su tierra a unos 750.000 palestinos ante el avance de, primero, las milicias judías y, después, el recién constituido ejército israelí.

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