El Barça llama a la Liga desde Sevilla

La ambiciosa y divertida carrera del Barça no tiene fin desde que empezó 2025: nueve victorias, dos empates y 41 goles en 11 partidos para un total de 113 en 36. Alcanza con recordar que la pasada temporada sumó 110 tantos en 53 encuentros para calibrar la progresión del equipo de Flick. Los azulgrana ya tienen a tiro al Atlético (un punto) y al Madrid (dos), después de solucionar un partido muy difícil en Sevilla. Los barcelonistas optimizaron el empate del derbi madrileño para recuperar su condición de candidato al título de Liga. El resultado y las circunstancias del encuentro avalan el buen momento del Barça. El equipo de Flick mandó con oficio desde el inicio hasta el final, con 11 y con 10 después de la expulsión de Fermín a la hora de partido, muy consciente de la importancia del marcador del Pizjuán. El técnico supo manejar la cita desde el banquillo ante un adversario muy fiero y bien dirigido por García Pimienta.

Las alineaciones de Flick empiezan a generar debate desde que el entrenador se maneja en la abundancia, limitadas las lesiones a Christensen, Ter Stegen y Marc Bernal. El técnico apostó en Sevilla por Araujo y De Jong y prescindió de Cubarsí y Casadó en una jornada en que el equipo descansó poco y se entrenó menos después del partido del jueves por la noche en Mestalla. La figura de De Jong ha ganado protagonismo sobre Casadó, un mediocentro más defensivo, mientras que Cubarsí ha entrado en las rotaciones de los centrales a pesar de ser el que tiene mejor pie para la salida de balón, menos agresivo que Araujo y más parecido a Eric.

La formación de la zaga azulgrana no era un detalle banal si se tiene en cuenta que el Sevilla acostumbra a tocar poco y presionar mucho, a gusto con el juego directo, inflado por su hinchada en el Sánchez-Pizjuán. La discusión, sin embargo, duró poco porque Araujo se lesionó y fue sustituido por Cubarsí después de una entrada de Saúl cuando el marcador ya era de 1-1. Lewandowski remató en la boca de gol un cabezazo de Iñigo Martínez en la acción posterior al saque de un córner forzado por Nyland, excelente ante el tiro de Lamine, y empató Vargas nada más sacar de centro el Sevilla cuando embocó un centro de Saúl.

Araujo rompió la línea del fuera de juego en una jugada que denunció la vulnerabilidad azulgrana ante las selectivas transiciones del Sevilla. El equipo de Pimienta aguardaba en su cancha y se estiraba con saña a la contra por los costados, especialmente el de Vargas, ante un rival que no encontraba espacios para correr ni para filtrar la pelota, sin apenas cintura, reducida su ofensiva a los saques de esquina.

El Sevilla defendía fuerte y el Barça no podía dar fluidez a su fútbol ni agresividad a sus pases en un choque tan intenso que tenía atentos a Szczesny y Nyland.

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