El número de nuevos matrimonios en China se desplomó en 2024 a su nivel más bajo desde que comenzaron los registros en 1986, según ha revelado el Ministerio de Asuntos Civiles. La situación agrava los problemas demográficos del gigante asiático, ya que la mayoría de las provincias del país solo permiten inscribir en el registro civil a los bebés de padres casados. La crisis de natalidad es uno de los mayores retos que enfrenta la segunda economía del planeta. La población china se ha contraído durante tres años consecutivos, y el envejecimiento acelerado de sus habitantes y, en consecuencia, la reducción progresiva de su fuerza productiva, amenaza con socavar su modelo de desarrollo económico y el sistema de bienestar social.
Pekín quiere que haya más bodas para intentar ralentizar su crisis demográfica. La gran mayoría de los nacimientos en China tienen lugar dentro del matrimonio. A pesar de que cada vez más voces abogan por un cambio, el sistema solo permite el acceso a tecnología de reproducción asistida a las mujeres casadas, y muy pocas regiones permiten a las madres solteras registrar a sus bebés. Por eso, los expertos alertan ya de que en 2025 la tasa de natalidad volverá a disminuir. El año pasado se produjo un ligero repunte en los nacimientos por primera vez desde 2017. Los demógrafos lo relacionaron con el mencionado aumento de los matrimonios en 2023 y con el hecho de que el 2024 coincidió en el calendario lunar con el año del dragón, que se considera uno de los signos más auspiciosos el zodiaco chino, lo que podría haber motivado a algunos padres a retrasar la concepción con la esperanza de tener un “bebé dragón”.
La Asociación de Planificación Familiar de China ha puesto en marcha distintos programas para crear una “nueva cultura de matrimonio y maternidad”. Pero su mensaje no termina de calar entre la población joven, que lidia con el encarecimiento de los costes de la vida y menos oportunidades laborales que la generación de sus padres. El Consejo de Estado (el Ejecutivo) instó en noviembre a los gobiernos locales a destinar recursos para animar a “casarse y tener hijos a la edad adecuada”. Muchos ayuntamientos ofrecen beneficios fiscales, ayudas para la compra de una vivienda, dinero en efectivo o subsidios para el cuidado y la educación de los niños. China es uno de los países más caros del mundo para criar hijos, según un estudio del año pasado publicado por el Instituto de Investigación Demográfica YuWa, con sede en la capital china.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com