El democristiano Friedrich Merz, favorito en las elecciones en Alemania del 23 de febrero, y el canciller socialdemócrata, Olaf Scholz han chocado este domingo por en un debate televisivo duro en el fondo, pero respetuoso en las formas. Ambos se han acusado mutuamente, en los primeros minutos de una confrontación de una hora y media, de incumplir promesas y carecer de credibilidad, y en ocasiones Merz ha logrado poner a Scholz a la defensiva. Al mismo tiempo, ambos se han cuidado mucho de medir sus ataques personales. Saben que las formaciones que lideran posiblemente están condenadas a gobernar en coalición después de las elecciones.
El formato, con solo dos participantes, provocó críticas e incomprensión. Participaban el mejor situado en los sondeos, Merz, y el tercero, Scholz. Pero quedaron fuera Alice Weidel, la candidata de AfD, en segunda posición en los sondeos, y el cuarto, Robert Habeck, de Los Verdes. Que los organizadores, las cadenas públicas ARD y ZDF, optasen por un duelo Scholz-Merz se explica por la tradición de enfrentar al canciller con el jefe de la oposición y principal aspirante a relevarlo, aunque Scholz ya ha dado a entender que si no gana —y vistos los sondeos es casi imposible que gane—no piensa ser ministro en un Gobierno con otro canciller.
Ante la economía estancada desde 2019 y la profunda crisis industrial, el canciller ha alegado: “No fui yo quien invadió Ucrania”. Se refería a la crisis energética que supuso el fin del gas ruso barato para Alemania. Merz le ha respondido con una pregunta: “¿Por qué en medio de esta crisis profunda energética desconecta tres centrales nucleares que funcionan?” A la pregunta de una de las moderadoras sobre el plan del presidente de EE UU, Donald Trump, para Gaza, Scholz ha respondido: “Es un escándalo. El desplazamiento de población es inaceptable y va en contra del derecho internacional”. “Lo comparto”, ha dicho Merz.
El debate, moderado por las periodistas Sandra Maischberger y Maybrit Illner, se ha emitido desde los estudios berlineses de Adlershof, que fueron los estudios centrales de la televisión del régimen comunista de la República Democrática Alemania. Los debates electorales en el formato de duelo son una tradición relativamente nueva en este país: los primeros se celebraron en 2002, entre el entonces canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, y el aspirante conservador, Edmund Stoiber.
Y la foto del debate, pese a las diferencias en inmigración o en la economía, no es la de dos líderes irremediablemente polarizados. Será difícil que el duelo altere la campaña. Un sondeo del instituto Forschungsgruppe Wahlen da un resultado igualado: un 37% de telespectadores cree que ganó Scholz; un 34%, Merz; un 29% los vio igualados. La última frase de cada uno resumió bien el tono general. “Tenemos un plan para este país”, ha dicho Merz. Y ha concluido Scholz: “Solo votando al Partido Socialdemócrata habrá con seguridad un Gobierno que se preocupe porque Alemania avance y siga siendo estable”.
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Source: elpais.com