El 80% de la población mundial rechaza la libertad de expresión en las redes sociales

La mayoría de la población mundial —concretamente, el 79%— defiende que se restrinjan los contenidos dañinos en las redes sociales, como las amenazas físicas y la difamación, y es contraria a la libertad de expresión sin límites.

La encuesta se basó en cuestionarios realizados en octubre y noviembre de 2024 con la coordinación del instituto de investigación de opinión pública Bilendi & Respondi.

Recientemente, varias plataformas de redes sociales han modificado sus políticas en favor de la libertad de expresión sin restricciones coincidiendo con el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.

Sin embargo, los debates y las investigaciones sobre estas cuestiones se centran principalmente en las actitudes de las empresas, los responsables políticos y los medios de comunicación.

Solo un 14% de los encuestados cree que las amenazas deberían permanecer en línea para que los usuarios puedan responder a ellas.

Un 17% piensa que se debería permitir a los usuarios publicar contenido ofensivo para criticar a determinados grupos de personas. El país con mayor nivel de apoyo a esta postura es Estados Unidos (29%) y el que menos simpatía tiene es Brasil (9%).

También se observaron diferencias sobre quién debería ser el principal responsable de crear un entorno seguro en las redes sociales. La proporción de encuestados que cree que la responsabilidad debería recaer en los operadores de las plataformas es similar en los países estudiados, ya que oscila entre un 39% en Alemania, Reino Unido y Brasil, y un 29% en Francia, Sudáfrica y Grecia.

Si se analiza el panorama general, un 35% de los encuestados de todos los países eligió a los operadores de plataformas, un 31% a los ciudadanos individuales y un 30% a los gobiernos como la parte responsable preferida.

«Estamos notando una resignación generalizada. La gente tiene la impresión de que, a pesar de todas las promesas de combatir los contenidos ofensivos, nada mejora. Este efecto de aclimatación es un gran problema porque está socavando poco a poco las normas sociales y normalizando el odio y la violencia», según Theocharis.