El central guineano asegura ser otra persona que esa que salió llorando de Mestalla, hace casi un año, aquel 2 de marzo tan triste, con la pierna hecha escorzo. “Ahora soy mucho más paciente. Cuando estás dos meses en un hospital solo puedes ser paciente. Esto me ha cambiado. Te pueden pasar muchas cosas en la vida y hay que disfrutar de todo lo que haces, sobre todo del fútbol, que es lo que me gusta. Yo intento disfrutar del fútbol y del día a día. Son cosas pequeñas, pero que te dan ganas. Ahora he aprendido que puedes estar bien y que todo se puede caer”.
Diakhaby habla con un tono pausado, casi tierno. Incluso cuando le preguntan por aquel episodio sucedido en el Carranza en abril de 2021. Ese día el central aseguró que un rival, Juan Cala, le llamó “negro de mierda”. El Valencia amagó con abandonar el campo, pero, bajo la amenaza de ser sancionado, Javi Gracia decidió volver y retirar a su jugador, que se quedó totalmente abatido. “LaLiga defendió al jugador”, recordó este jueves en referencia a Cala y con la decepción que arrastra todavía hoy por este episodio el que se sintió desamparado.
Por eso no quiso posar en su día detrás de la pancarta contra el racismo. “Ahora no sé si me pondría. Yo sentí que cuando pasó mi caso, el mío, la Liga no actuó como debería hacerlo. El presidente de la Liga no salió a decir cosas raras. Yo me sentía no defendido y no me sentía (representado) en esa pancarta”. El jugador del Valencia sí quiso dejar claro que no se sintió agraviado, ni le preocupa, que el suceso racista sufrido por Vinicius en Mestalla tuviera mucha más repercusión que el suyo. “No me molestó. Cada caso es diferente. No soy de mirar si se habla más de su caso que del mío. Los dos son casos de racismo tratados en diferentes épocas y diferentes lugares. Lo suyo fue con un aficionado y lo mío, con un jugador; es completamente diferente”.
El balón ha vuelto a su vida. Ya ha reaparecido, ha sido titular y hasta marcó el domingo en Mestalla contra el Leganés. “Me siento bien”. Aunque cuenta que lo más llamativo después de diez meses es que el fútbol va a otra velocidad. “No sé si la gente se da cuenta, pero si no juegas durante diez meses, cuando vuelves todo va muy rápido. A los rivales los ves más físicos, más veloces y tienes que recuperar esos hábitos que tenías. Tomar decisiones rápidas. Reproducir lo que hacías antes y para eso tienes que estar bien física y mentalmente. Durante la recuperación es importante no desconectarte del fútbol y ver todos los partidos porque el fútbol evoluciona. Y saber lo que puedes hacer o no cuando vas a volver”.
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Source: elpais.com