El canciller alemán, Olaf Scholz, replicó con contundencia este sábado desde la tribuna de la Conferencia de Seguridad de Múnich al discurso pronunciado el día anterior por el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, con el que el dirigente estadounidense manifestó apoyo al ideario ultraderechista y criticó la manera en la que las democracias europeas responden al auge radical. “Rechazamos firmemente esto. No aceptamos que desde fuera se intervenga en nuestra democracia y nuestras elecciones en el interés de un partido”, dijo Scholz con respecto a las críticas de Vance y su apoyo a un ideario ultraderechista encarnado, en Alemania, por la formación AfD.
“Nos corresponde a nosotros decidir hacia dónde van nuestras democracias”, dijo Scholz, cuya intervención fue jalonada por fuertes aplausos de una platea que recibió con mucho desconcierto e indignación las palabras de Vance el día anterior. El canciller habló tan solo ocho días antes de las elecciones alemanas del próximo 23 de febrero, en las que parte en una posición muy débil, con los sondeos apuntando a los socialdemócratas que él lidera tan solo en tercera opción, después de los democristianos de la CDU/CSU y la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD).
Scholz no es el único dirigente europeo presente en Múnich que ha reaccionado con firmeza. Su ministro de Defensa, Boris Pistorius, también respondió con contundencia el viernes, y , escribió en X: “Nadie tiene que adoptar nuestro modelo, pero nadie puede imponernos el suyo. La libertad de expresión está garantizada en Europa”, escribió, en un claro rechazo a las acusaciones de Vance.
“Las democracias de Alemania y Europa hoy están fundadas sobre la conciencia histórica de que pueden ser destruidas por radicales antidemocráticos. Es por eso que hemos creado instituciones que aseguran que puedan defenderse de sus enemigos. Defender la libertad y la democracia de sus enemigos siempre nos unió como miembros de la comunidad transatlántica”, dijo Scholz.
Pero esto ya no parece ser el caso. La conferencia de Múnich, y en concreto el discurso de Scholz, parece la cristalización de un histórico cambio de época. La convergencia de intereses y valores entre las dos orillas del Atlántico Norte que ha marcado todo el periodo desde la II Guerra Mundial parece roto.
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Source: elpais.com