Los médicos, o al menos muchos de ellos, están en pie de guerra contra el Ministerio de Sanidad. El departamento de Mónica García quiere cambiar sus condiciones de trabajo, revisar el estatuto marco que lleva más de 20 años en vigor para introducir novedades de diversa índole, como la eliminación de las guardias de 24 horas. Son muchas las quejas de los sindicatos que representan a los facultativos. Quieren un estatuto propio, diferenciado del resto de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, que atienda las peculiaridades de la función de los galenos con respecto a los demás sanitarios, limite las cargas de trabajo y mejore los salarios. Uno de los puntos polémicos es la exclusividad que Sanidad quiere imponer a los jefes de servicio para que solo puedan trabajar en la pública, algo que se podría extender a los médicos que comienzan su carrera, en los primeros cinco años tras terminar el MIR.
Su colega José Miguel Cisneros, jefe de servicio de Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, tiene una visión completamente distinta. Se siente “bien pagado”, su salario “es más que digno” y ve la compatibilidad adecuada para quienes no tienen cargos de gestión, pero en los puestos de responsabilidad, como el suyo, considera que hay un “conflicto de interés objetivo”. Más allá de casos en los que no parecían cumplirse ni siquiera los horarios, como el del , que destapó EL PAÍS, Cisneros ahonda en el daño que esta dualidad hace al sistema: “Las posibilidades de que ese conflicto de interés acabe dañando a la pública es evidente. Cuanto peor le vaya, cuantas más listas de espera, mejor [para las consultas privadas]”, asegura. Y se opone al argumento de la pérdida de talento: “En España tenemos una joya, que es el sistema MIR. Si se van algunos jefes de servicio, hay muchos médicos perfectamente capaces para sustituirlos”.
La mejor alternativa, en opinión de González, sería una fórmula intermedia en la que se limite el número de horas que un médico puede dedicar a la privada, algo cuyo control sería, en cualquier caso, complicado.
Si bien es cierto que en algunos países de Europa (como Alemania o el Reino Unido) los médicos reciben remuneraciones hasta un 102% superiores a las de los españoles, si se ajustan los salarios nominales por paridad de poder adquisitivo las diferencias se reducen y el salario medio en España se equipara al salario medio de los países de la OCDE; además, está por encima de algunos como Francia, Italia y Portugal, según recoge un artículo de 2024 en Gaceta Sanitaria.
Si la comparación se hace con respecto a los salarios del resto de los españoles, las diferencias son evidentes. Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que los médicos especialistas en España recibieron en 2022 un sueldo medio bruto de 80.449,68 euros, esto es, 2,83 veces por encima del salario medio de España (28.360 euros).
En cualquier caso, argumenta, este doble trabajo es algo que solo ejerce una minoría, y que gracias a él, el sistema funciona mejor. “Si no hubiera una privada potente en algunas comunidades las listas de espera se desbocarían. Y no hay médicos suficientes”, sostiene, con un argumento que comparte con la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), la patronal del sector.
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Source: elpais.com