El episodio de ira de Trump —a quien, ahora, su partido obedece ciegamente— pone aún más en duda que los legisladores vayan a aprobar en el futuro más ayuda para Ucrania: aunque buena parte de la mayoría republicana respaldaba a Kiev, es improbable que esos legisladores vayan a querer enemistarse con el presidente y sus partidarios por esa causa.
Entre los republicanos, la voz más rotunda de apoyo a Zelenski ha venido de la senadora Lisa Murkowski, que este sábado lanzaba un duro mensaje en redes sociales contra la política prorrusa de Trump. Hay, apuntaba la legisladora, “susurros desde la Casa Blanca acerca de que pueden cancelar toda la ayuda de Estados Unidos a Ucrania… Me enferma que la Administración parece estar abandonando a nuestros aliados y abrazándose a (el presidente ruso, Vladímir) Putin, una amenaza para la democracia y los valores estadounidenses en todo el mundo”. Otros en su partido que hasta ahora habían apoyado a Kiev han declarado su respaldo a la actitud del presidente.
El Partido Republicano, ahora en la oposición y que durante su etapa en la Casa Blanca apoyó incondicionalmente a la Ucrania de Zelenski en la guerra, se ha puesto del lado del presidente del país ocupado de manera rotunda.
En las filas demócratas, su líder en el Senado, Chuck Schumer, acusaba a Trump y Vance de “hacer el trabajo sucio a Putin”. La senadora Tina Smith, de Minnesota, opinaba que “esa rueda de prensa estuvo coreografiada para una audiencia de un solo espectador, en Moscú. Hubo una vez en la que luchábamos contra los tiranos; hoy, Trump y Vance hincan la rodilla de Estados Unidos, y eso nos debilita”. Por su parte, el demócrata de mayor rango en el Comité de los Servicios Armados del Senado, Jack Reed, consideraba lo vivido en el Despacho Oval “una emboscada política”.
El espectáculo ante las cámaras en el despacho presidencial ha recibido mayor división de opiniones entre los republicanos. Algunos de los que habían apoyado con entusiasmo a Kiev durante los tres años de guerra han dado ahora un volantazo en sus puntos de vista. El senador Lindsey Graham, gran aliado de Ucrania y también buen amigo de Trump, se mostraba muy crítico el viernes hacia Zelenski, apenas unas horas después de haber mantenido un encuentro cordial con él: “Lo que vi en el Despacho Oval fue irrespetuoso, y no sé si podremos volver a hacer tratos con Zelenski nunca más”, señalaba.
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Source: elpais.com