Trump aplaza un mes los aranceles del sector del automóvil a México y Canadá

Donald Trump rectifica de nuevo en su caótica política comercial. Solo un día después de que los ha decidido conceder una moratoria de un mes a los aranceles del sector de automoción. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, había insistido en que Estados Unidos estaba dispuesto a aliviar las medidas proteccionistas que aplica a sus vecinos. Las empresas habían advertido de los enormes problemas que la impredecible y cambiante política arancelaria de Trump podía causar a su sector y a la industria norteamericana.

Sobre la mesa estaba la posibilidad de reducir los aranceles para productos específicos que cumplieran con las regulaciones del , que el propio Trump negoció en su primer mandato. Lutnick añadió que su “entendimiento” es que los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos —Ford, General Motors y la marca Chrysler, propiedad de Stellantis— cumplen las normas del TMEC. Cargos del Gobierno de Trump han mantenido contactos con directivos de esas compañías, que han alertado de los negativos efectos de los aranceles. Con la suspensión de los aranceles, las acciones de esas empresas se han disparado en Bolsa.

“Va a haber aranceles, seamos claros, pero en lo que está pensando es en qué sectores del mercado tal vez considere darles alivio hasta que lleguemos, por supuesto, al 2 de abril”, había dicho el secretario de Comercio, en referencia a la fecha que se ha fijado Trump para aprobar aranceles que llama recíprocos a todos los países.

El nuevo terremoto en los mercados financieros provocado por la entrada en vigor de los aranceles y el deterioro de las expectativas económicas pueden haber contribuido a que Trump se replantee sus medidas. Las Bolsas se recuperaron después de que Lutnick sugiriera la posibilidad de una rectificación, pero parte del daño provocado por la improvisación, la incertidumbre y los vaivenes de la política comercial de Trump está hecho. Las expectativas de inflación se han disparado, la confianza de los consumidores ha caído con fuerza, las empresas están en estado de alerta y varios indicadores sugieren un debilitamiento del crecimiento económico.

Trump sigue defendiendo las bondades de su política proteccionista, aunque este martes, en su discurso ante el Congreso, admitió que puede tener contraindicaciones. “Los aranceles tienen como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y está sucediendo, y sucederá bastante rápido. Habrá un poco de perturbación, pero estamos de acuerdo con eso. No será mucho”, dijo.

El presidente insistió en que seguirá subiendo los impuestos a las importaciones, especialmente con los que él llama aranceles recíprocos, que quiere aplicar desde el 2 de abril (no el 1 porque es el día de las inocentadas). “Soy una persona muy supersticiosa”, se justificó, antes de lanzar su amenaza y de decir que los aranceles no solo defienden la economía, sino también “el alma” de Estados Unidos.

“Sean cuales sean los aranceles que nos impongan, les impondremos los nuestros. Sean cuales sean los impuestos que nos cobren, les cobraremos los nuestros. Si nos imponen aranceles no monetarios para mantenernos fuera de su mercado, entonces nosotros impondremos barreras no monetarias para mantenerlos fuera de nuestro mercado. Recaudaremos billones de dólares y crearemos puestos de trabajo como nunca antes se ha visto”, dijo en el Congreso. Después aseguró sin fundamento que Estados Unidos paga subvenciones multimillonarias a México y Canadá, seguramente en referencia al déficit comercial.

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