Las desigualdades de género, el machismo y la violencia machista son la decimoquinta preocupación para los niños y adolescentes de España, según el Barómetro de opinión de infancia y adolescencia 2023-2024 publicado por Unicef España este martes. Llama la atención, indica la organización, que esta problemática haya caído desde el puesto número uno, cuando hicieron el primer barómetro 2019-2020. Por el contrario, los lideran la lista de preocupaciones: casi 9 de cada 10 chicos se muestra bastante o muy preocupado por ello. Junto a estos, la guerra y los conflictos internacionales, además del hambre y la pobreza, destacan entre las principales inquietudes.
En el primer barómetro que realizó Unicef, las desigualdades de género, el machismo y la violencia machista preocupaban mucho o bastante al 89,1% de los jóvenes, mientras que en el último informe inquieta al 72,7%. La brecha entre la valoración de chicos y chicas ha aumentado. En el primer informe la diferencia entre géneros era de 9%. Ahora, es casi del 25% (preocupa al 60% de chicos y al 84,9% de chicas).
Para este informe, Unicef ha recogido datos en 206 centros educativos, con la participación de 15.070 niños y adolescentes de entre 11 y 18 años de todas las comunidades autónomas. Para conocer las principales preocupaciones les pidieron valorar una lista con 30 problemáticas. Pilar Ramos, investigadora de la Universidad de Sevilla y coautora del informe, describe a los niños y adolescentes como “un reflejo de la sociedad”. Ante la caída en la lista de la violencia machista dice: “Es coherente con lo que vemos de la relajación de cuestiones de género, sobre todo en los chicos varones. Además, hay cada vez más estereotipos de género entre ellos”. Agrega que los movimientos actuales que deslegitiman el feminismo también afectan.
Así como la preocupación por la desigualdad entre hombres y mujeres ha descendido, los estereotipos de género se han reforzado, especialmente entre los chicos, asegura Ramos. Algo que alarma. El barómetro consulta a los jóvenes cómo ven de masculina o femenina cierta profesión y, respecto al informe pasado, “los estereotipos han aumentado”, aclara. Por ejemplo, en la anterior edición el 6% de los chicos consideraba que el trabajo de gestionar una empresa era solo o sobre todo de hombres. En esta edición ese porcentaje se ha doblado a un 12%. Ramos indica: “Ese porcentaje es casi cinco veces mayor en los hombres, los estereotipos crecen y especialmente en varones”.
Otras profesiones claramente percibidas como masculinas por los jóvenes son las relacionadas con la seguridad. Uno de cada tres piensa que es una tarea que debería ser realizada solo o principalmente por hombres. Por otro lado, el 20% considera que los trabajos relacionados con los cuidados, desde la crianza hasta el mantenimiento del hogar, deben ser ejercidos solo o sobre todo por mujeres.
Ramos detalla que esos estereotipos afectan también al día a día de los jóvenes: así, las chicas participan menos en la sociedad civil o en la política, se interesan menos por esta última y rehúyen más el liderazgo, según el informe. Entre ellas, la felicidad también es menor: el 22% de chicas contestó haberse sentido triste siempre o casi siempre, frente al 13% de los chicos.
En cuanto al bienestar físico y emocional, los jóvenes de poder adquisitivo bajo obtienen peores resultados en todos los indicadores. Lo mismo sucede con los que no han nacido en España en comparación con los que sí.
La opinión de los jóvenes sobre la situación político-económica de España es, definitivamente, mala. Solo uno de cada diez cree que es buena o muy buena. Sin embargo, la valoración sobre sus localidades es tres veces mejor que sobre la situación del país. Los políticos son la profesión peor valorada, al igual que los partidos políticos como instituciones. La razón, la corrupción: dos de cada tres cree que la mayoría de políticos son corruptos.
Aunque los creadores de contenido son la penúltima profesión peor valorada, esos mismos influencers son su principal vía de acceso a la información sobre temas de actualidad ―junto con la televisión―. Para el joven Rey Álvarez, del grupo asesor de Unicef España, esto se debe a la instantaneidad de las redes y el fácil acceso. Sin embargo, alerta del enorme problema que supone la creación de burbujas de información: “Como influye el algoritmo, hace que solo aparezca lo que a uno le interesa y eso condiciona mucho. Lo que llega, te gusta y lo tomas por verídico”. Aunque considera que su generación conoce este sesgo, lo dejan de lado. “Somos conscientes de que no es fiable, pero no del alcance que tiene y lo enfrascados que estamos”, dice.
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Source: elpais.com