El futuro canciller alemán, el democristiano Friedrich Merz, ha superado este viernes el obstáculo clave para aprobar su plan de gasto millonario en defensa e infraestructuras. Merz, que se prepara para gobernar en coalición con los socialdemócratas, ha obtenido el apoyo de Los Verdes, decisivos para la mayoría parlamentaria de dos tercios necesaria para la reforma constitucional que permitirá un endeudamiento que podría acercarse al billón de euros. El plan representa un giro copernicano en la política de austeridad de Alemania.
“Esto es un mensaje claro para nuestros socios y amigos, pero también para nuestros adversarios, para los enemigos de nuestra libertad: somos capaces de defendernos y ahora estamos del todo preparados para defendernos”, dijo Merz al anunciar el acuerdo con Los Verdes. “Alemania ha vuelto, y realiza una gran aportación a la defensa de la libertad y la paz en Europa.”
El acuerdo anunciado el viernes llega después de cinco días de negociaciones con Los Verdes, desairados porque Merz y el SPD les querían imponer una reforma constitucional sin consultarles. Pocos creían que se atreviesen a imponer su veto, pues tanto el gasto en defensa como las inversiones en infraestructuras son proyectos que este partido llevan reclamando desde hace tiempo.
Pero este partido, que pasará a la oposición después de más de tres años en el Gobierno, quería algo a cambio, y lo ha obtenido. No solo el fondo verde de 100.000 millones, sino otras dos concesiones significativas. Una es la inclusión, en el gasto militar, de inversiones de protección civil, inteligencia y ciberguerra, entre otros elementos.
La otra concesión es la insistencia en que los 500.000 millones del Fondo especial para infraestructuras y para alcanzar los objetivos climáticos —este es su nuevo nombre completo, tras el acuerdo— será dinero “complementario” al presupuesto. Es decir, “no servirá para financiar rebajas de impuestos”, según la jefa del grupo parlamentario de Los Verdes, Katharina Dröge.
El acuerdo también otorga a los länder o estados federados margen de maniobra para endeudarse, del que hasta ahora carecían. La reforma no acaba la norma constitucional que, desde 2009, impide, excepto en casos de emergencia, que el endeudamiento supere el 0,35% del producto interior bruto. Pero lo levanta para el gasto militar, cuando este supere el 1% del PIB, y el fondo para infraestructuras abre las compuertas a inversiones de una magnitud que el llamado freno a la deuda no habría permitido.
Después de la votación del martes, la reforma constitucional irá al Bundesrat, la cámara de las regiones. En estados como Baviera, algunos socios minoritarios de los gobiernos plantean objeciones. Una vez adoptada la reforma, la atención se centrará en las negociaciones de coalición entre la CDU/CSU y el SPD, que arrancaron este jueves y se han fijado como objetivo poder investir canciller federal a Merz el 23 de abril.
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Source: elpais.com