Los gobiernos de Occidente, esta vez con Estados Unidos de la mano, quieren evitar que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, siga jugando a ganar tiempo. La semana, que comenzó con el anuncio de la propuesta de un alto el fuego de treinta días acordado entre Washington y Kiev y cuestionado por Moscú, ha concluido con un esfuerzo diplomático concertado para incrementar la presión sobre el presidente ruso y forzarlo a sentarse en la mesa de negociación.
“La pelota está ahora en el tejado de Rusia y el presidente Putin debe demostrar que sus deseos de paz son serios, y debe firmar un alto el fuego equilibrado para ambas partes. Las maniobras de dilación del Kremlin en respuesta a la propuesta de alto el fuego del presidente Trump, así como los continuados ataques bárbaros de Rusia contra Ucrania, son un claro desmentido del deseo de paz proclamado por Putin”, ha dicho Keir Starmer, el primer ministro del Reino Unido, al concluir este sábado la videoconferencia convocada por Londres para tratar la situación en Ucrania. “Tarde o temprano, Putin tendrá que sentarse a negociar”, ha afirmado.
La reunión telemática, en la que han participado 26 jefes de Gobierno (de la UE, junto a Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Turquía y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski) más la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se ha sumado a La relevancia de este último encuentro radica en que la Administración estadounidense, que se juega su prestigio con la propuesta de alto el fuego, ha querido que se oyera su voz a la hora de torcer el brazo al Kremlin.
La reunión convocada por Starmer, con un propósito similar al encuentro presencial de líderes de Gobierno que tuvo lugar en Londres hace dos semanas, perseguía transmitir la idea, tanto a Washington como a Kiev, de que Europa y sus aliados occidentales persiguen asumir su responsabilidad y jugar un papel activo en garantizar la futura paz de Ucrania.
El dirigente británico ha asumido un papel protagonista en los esfuerzos de las últimas semanas por alcanzar una “paz justa y duradera”, pero está obligado a realizar constantes equilibrios para preservar la “relación especial” de su país con Washington, y evita en todo momento transmitir la idea de que Europa ha decidido encarar esta crisis en solitario. “Nuestra postura no ha cambiado. He dicho claramente que necesitamos hacer todo esto en conjunción con Estados Unidos, con los que hablamos a diario”, aseguraba Starmer.
El Reino Unido y Francia, los únicos países europeos que hasta la fecha han anunciado su voluntad de enviar soldados a territorio ucranio como parte de una potencial fuerza de paz, trabajan en la construcción de una “coalición de voluntarios” que contribuyan a aportar garantías de seguridad a un hipotético acuerdo de paz en Ucrania. Hasta el momento, la mayoría de los gobiernos, incluidos España, Alemania, Italia o Polonia, se han negado a enviar tropas, pero están dispuestos a estudiar otras vías de participación. “Ya he indicado la voluntad del Reino Unido de asumir un papel de liderazgo en este esfuerzo, con soldados sobre el terreno y aviones en el cielo, sin son necesarios. Pero las capacidades son diferentes en cada país, y por eso vamos a llevar a cabo discusiones operativas para estimar las aportaciones concretas a esa coalición de voluntarios”, ha admitido Starmer. “La coalición está creciendo, y es un grupo mayor al que teníamos hace dos semanas”, ha señalado el primer ministro, sin dar detalles respecto a las nuevas incorporaciones o compromisos.
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Source: elpais.com