Una multitud se manifiesta en Roma para reivindicar el orgullo de ser europeo

Una sorprendente manifestación de la sociedad civil se ha ido gestando en las últimas tres semanas en Italia, a raíz de un artículo de un columnista del diario La Repubblica, y ha desbordado este sábado la plaza del Popolo de Roma, con más de 50.000 personas, según los organizadores, para reivindicar el orgullo de ser europeo. Artistas, escritores, intelectuales, científicos, organizaciones, sindicatos, varios partidos y, sobre todo, decenas de alcaldes de todo signo político se han ido sumando a la iniciativa, que proponía salir a la calle con banderas de Europa, más allá de la afiliación política, con un simple lema: “Una plaza por Europa”.

Entre los invitados, dos españoles, el escritor Javier Cercas, que este sábado ha publicado un artículo en EL PAÍS apoyando la iniciativa y ha participado con un mensaje en vídeo, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Ha acudido en representación de otras ciudades europeas, invitado por su homólogo de Roma, pues mantienen amistad a través de una red de capitales que trabajan contra la crisis de la vivienda. “Ojalá Italia, como otras veces, sea un modelo para toda Europa”, ha dicho Javier Cercas en su mensaje, en italiano. “Es indispensable salir a la calle para decir al mundo cosas importantísimas. Que queremos ser europeos, que este es nuestro proyecto, que Europa también es nuestra patria. (…) Europa hoy no es un proyecto elitista, es un proyecto popular. Nosotros los europeos, queremos estar unidos, queremos una Europa unida. Este es el proyecto político más importante de nuestro siglo, verdaderamente revolucionario. Es nuestro proyecto. Así que, ¡avanti popolo!”

Uno de los momentos más simbólicos ha sido cuando más de medio centenar de alcaldes, de todas las grandes capitales italianas, y también de pequeños municipios, de diversos partidos, han subido al escenario: “Cada uno con sus propias ideas, pero todos con la bandera de Europa”, ha dicho el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri. También han hablado refugiados y estudiantes en un acto que aspira a ser imitado en otras ciudades a partir de ahora y llegar a hacer posible una manifestación simultánea en toda Europa.

La plaza del Popolo, “pueblo” en italiano, es una de las puertas históricas de entrada a Roma, a la idea de ciudadanía, a 20 metros de dos cuadros de Caravaggio, en una de las iglesias de la plaza, y el acto ha comenzado a las tres de la tarde con el Himno a la alegría, de Beethoven, interpretado por un cuarteto de cuerda. Ha abierto la ceremonia Michele Serra, el periodista que lanzó la idea con un artículo el pasado 21 de febrero, para dar una respuesta a las angustiosas noticias de estas semanas, a las decisiones de Donald Trump, a los ataques a los valores europeos. “Nuestros verdaderos enemigos somos nosotros mismos cuando olvidamos nuestra fortuna. Para quienes cruzan el Mediterráneo para venir aquí, y para quienes ondean esta bandera en el Este, Europa no es un concepto abstracto. Es la salvación”, ha dicho en su discurso.

En su artículo, Serra opinaba que salir a la calle en un momento de miedo y desorientación, tendría para los ciudadanos “un significado profundo y tranquilizador, y se sentirían menos solos y menos impotentes ante los acontecimientos”, además de constituir una señal a los políticos de que “también hay una identidad europea ‘desde abajo’”. Al recibir más de medio millar de mensajes al día siguiente, además de llamadas de personalidades de todo tipo, Serra pensó que había tocado un sentimiento difuso y latente. Luego se adhirió la principal formación de centro-izquierda, el Partido Democrático (PD), junto a otras de centro, de izquierda y verdes. Siguieron todos los sindicatos, colectivos y asociaciones de todo tipo. Las fuerzas del Gobierno, dirigido por la ultraderechista Giorgia Meloni, se han mantenido al margen. También el Movimiento 5 Estrellas (M5S), por considerar que, tras el plan de rearme aprobado por los Veintisiete, la manifestación debía rechazarlo y la consideraba demasiado ambigua.

“Somos muchos porque somos pueblo. Pueblo es una palabra que en los últimos años se ha alejado de la democracia y de la amabilidad. Y en cambio es la más democrática de las palabras (…) En un mundo que parece estar en pedazos, una plaza que une a personas e ideas diferentes es un escándalo. Este escándalo tiene un nombre. Se llama democracia”, ha dicho Serra.

En la manifestación muchas personas llevaban en la mano el Manifiesto de Ventotene, documento fundacional de la UE, que fue escrito en 1941 por tres disidentes antifascistas encerrados por Mussolini en la isla de Ventotene, en la costa entre Roma y Nápoles. Y en el acto ha hablado, emocionándose en muchos momentos, una mujer de 85 años, Renata Colorni Spinelli, hija de uno de los autores del documento, Eugenio Colorni, asesinado en 1944 con 35 años, y que creció adoptada por otro de ellos, Altiero Spinelli. “Estoy aquí porque siento nostalgia de los ideales europeos que mis políticos ya no transmiten”, ha lamentado.

También ha sido emotiva la intervención de una refugiada afgana, Rahel Saya: “Vosotros me habéis salvado, Europa me ha salvado (…) En esta plaza siento el peso de cada escuela cerrada, de cada libro prohibido”. Serra ha recordado que los cientos de miles de personas que llegan a Europa escapando de la guerra, de la opresión y del hambre, “lo hacen porque para ellos vivir en paz, vivir en libertad y tener el estómago lleno es una gran novedad”. “Y no se trata de una perezosa costumbre, como nos hemos resignado a creer los europeos, viciados por ochenta años de paz y libertad. ¡Movámonos, porque de lo contrario corremos el riesgo de creer que la única bandera que nos queda por ondear es la tarjeta de crédito!”, proclamó.

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