Mientras Países Bajos atoraba a España en la salida del balón, Lamine Yamal y Nico Williams dejaban solo a Morata en la presión. Sin intensidad para recuperar el cuero, Pedri no se encontraba en su nueva-vieja posición de mediapunta —en el Barcelona acostumbra a jugar de interior—, sin conexión con Fabián y Zubimendi. Entonces, la España de Luis de la Fuente, que en la Eurocopa había mostrado recursos para dominar los partidos sin el cuero, se mostraba frágil en Róterdam. En el primer tiempo, de hecho, la posesión fue para Países Bajos: 51%. Ya en el segundo tiempo, tras la expulsión de Hato, la Roja se instaló en el campo de la Oranje.
A los problemas para calibrar la presión y a los de repensar el centro del campo, a De la Fuente se le suma un nuevo dilema para el partido de vuelta en Valencia: la zaga. Una disyuntiva con un viejo fiscalizador: el Barcelona. Pau Cubarsí no pudo completar el duelo después de que su tobillo se torciera tras un choque con Depay. En la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aseguran que el central catalán estaría en condiciones de jugar el domingo. En el Barça, en cambio, reclaman el regreso de su jugador, como ya pasó con Lamine Yamal en la penúltima convocatoria cuando el delantero sufrió problemas musculares. De la Fuente, por las dudas, ya convocó a Mario Gila. Y, como si tuviera pocos inconvenientes, Le Normand está tocado.
Las incógnitas que debe despejar de De la Fuente comienzan en la zaga, se agudizan en el centro del campo y terminan en la presión de sus delanteros. En Róterdam encontró una solución: la aparición de Mikel Merino, el mediocentro reconvertido en goleador.
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Source: elpais.com