Oyarzabal le da la razón a los cambios de De la Fuente

Aunque Mestalla se encendía con cada regate del incansable Nico Williams y estalló con el golazo de Lamine Yamal, Oyarzabal, un futbolista menos explosivo y seguramente menos carismático que sus compañeros de ataque, fue el delantero que se marchó ovacionado de Valencia. Solo un nombre fue más coreado por la hinchada: el de Iniesta. Pero él, claro, no estaba en el campo.

La previa del duelo de vuelta de los cuartos de final entre España y Países Bajos había quedado marcada por unas declaraciones cruzadas entre Nico Williams y Xavi Simons. “En España les vamos a pintar la cara”, dijo el del Athletic. Y el neerlandés contestó: “Ya lo veremos”. Nico Williams matizó sus palabras y Koeman lo entendió: “Es un buen chico”. Pero otra cosa que todavía hacía más ruido entre España y Países Bajos: el tifo que había recibido en Róterdam con el gol de Van Persie en el Mundial de 2014. “El tifo que yo quiero es el del 3-0 en el marcador”, dijo De la Fuente. Sucedió que marcó tres goles, pero Países Bajos también y la ruleta de los penaltis borró la euforia de la afición en Mestalla, que se habían encendido cuando el videomarcador recordó el gol de Iniesta en la final del Mundial de 2010, tanto como para despedir a Oyarzabal cuando lo reemplazó Ferran: “Mikel, Mikel, Mikel”.

De la Fuente acostumbra a agitar poco el once. Respetuoso con las jerarquías, también con la trayectoria de los jugadores en la Roja, el seleccionador no busca su protagonismo, sino el triunfo del colectivo. Bajo esta línea de pensamiento, De la Fuente devolvió la titularidad a Unai Simón en cuanto superó su lesión, mientras que sigue sin hacer convivir en el campo a Olmo y a Pedri. “No sé qué interés tenéis en que jueguen o dejen de jugar”, se queja cuando le preguntan por la compatibilidad de los jugadores del Barça. Sin embargo, al técnico no le tembló el pulso para mandar al banquillo a Pedro Porro, mucho menos para quitar del equipo al capitán, uno de sus jugadores más protegidos: Morata. No le hizo pupa al 7 que abrazó con fuerza a Oyarzabal tras su segundo gol.

“Ha sido un partido muy abierto. Dos equipos con un fútbol similar. Siempre proponemos ataque y muchísimo ataque. Por eso hoy el espectador ha disfrutado mucho. El partido estaba descontrolado por momentos. Es muy bonito pasar así. Hay que poner en valor los números de este grupo de jugadores. A disfrutar de otra grandísima Final Four. Estamos clasificados tres campeones del mundo y uno de Europa”, analizó De la Fuente. “Sabemos que esta competición te enfrenta a las mejores de Europa. Nos hemos enfrentado a un gran equipo como Países Bajos y ahora ya tendremos tiempo para analizar a Francia. Ya lo conocemos de la Eurocopa y de la final en Nations. Siempre es un partido muy bonito y lo disfrutaremos”, añadió Unai Simón.

El problema fue que la mejora de rendimiento de España respecto del duelo de ida en Róterdam se vio condicionada por la falta de contundencia en defensa. Un hándicap que estiró el grito catártico de Mestalla hasta el último penalti: entonces el héroe no fue Oyarzabal sino Pedri.

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