Superada la presión del club y el calvario de lesiones, De Jong se ilusiona con Lamine y quiere renovar con el Barcelona

Era abril de 2023 y Lamine Yamal comenzaba a dar sus primeros pasos en el primer equipo: Xavi Hernández lo llamaba para entrenar con Lewandowski y compañía. En una de esas primeras prácticas, Frenkie de Jong se le acercó al canterano: “Lo estás haciendo muy bien, chaval”. Lamine nunca olvidó las palabras del neerlandés. De hecho, hace poco tiempo se lo recordó a sus amigos. “Si a Lamine le llamó la atención, es porque considera que Frenkie es un crack. Con la confianza que se tiene, si se lo hubiera dicho otro jugador, al que no respeta tanto a nivel futbolístico, le habría dado lo mismo”, explican desde el entorno del 19. La admiración es mutua. Lamine es el símbolo de un nuevo Barça que seduce a De Jong. El holandés ya le ha dado instrucciones a su agente: le gusta la ciudad y el equipo de Hansi Flick; se quiere quedar en el Barcelona. Las negociaciones, entonces, ya están abiertas para renovar el contrato que finaliza en junio de 2026.

La historia, según ambas partes, vislumbra un final feliz, después de la odisea que tuvo que tolerar De Jong en el Barcelona.

Unos meses antes de que Lamine Yamal aterrizara en el primer equipo, en el verano de 2022, a Frenkie de Jong lo querían fuera del Barcelona. “Es un buen jugador, pero no nos gustan sus números ni en el campo ni en los despachos”, aseguraba en su momento un alto ejecutivo del Barça. En julio de 2022, se organizó un encuentro con periodistas en el que expusieron los números del contrato del neerlandés. Según los ejecutivos del Barça, “cobraba demasiado” después de que la directiva de Josep Maria Bartomeu le renovara su vínculo en octubre de 2020, junto a Piqué, Ter Stegen y Lenglet, para prorratear el contrato en un período mayor de tiempo y así amortiguar el impacto económico como consecuencia de la pandemia. A cambio, De Jong, en el total del pacto, se beneficiaba con un salario mayor.

Había algo más: el Barcelona sabía que el Manchester United estaba al acecho y querían desgastarlo para que aceptara marcharse a Old Trafford. Incluso el club se planteó denunciar el contrato firmado por De Jong en 2020: “Hay claras evidencias de criminalidad”. El neerlandés toreó la presión. Su idea, por entonces, era cumplir su contrato. Desconocía, sin embargo, que el movimiento se había gestado en los despachos del Camp Nou. Su ira apuntaba a los medios de comunicación. “Había cifras como 37 millones o algo así, y la realidad está muy, muy lejos de eso”, protestó el neerlandés.

Cuando Deco se hizo cargo de la dirección deportiva del Barcelona, la presión para forzar la salida de De Jong disminuyó. Una de las primeras intenciones de Deco, de hecho, había sido renovarle el contrato. Sin embargo, el 21 comenzó otro calvario: el de las lesiones. En las últimas dos temporadas, estuvo 261 días en la enfermería y se perdió 46 partidos por un problema en el tobillo derecho.

Tras sortear las embestidas del Barcelona en los despachos, Frenkie de Jong se ilusiona con la nueva generación de futbolistas en el campo. Tiene el apoyo de Deco y de Flick, y la admiración de Lamine Yamal.

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