Depardieu niega las agresiones sexuales ante el juez: “No veo por qué tocaría a una mujer. No soy un sobón del metro”

El actor Gérard Depardieu volvió este martes al tribunal de París que le juzga por la presunta agresión a dos mujeres durante el rodaje de Las persianas verdes, de Jean Becker. La primera jornada terminó de forma estéril tras un tenso intercambio entre los abogados de la acusación y la defensa y, sobre todo, de las maniobras dilatorias del letrado del actor. Este martes, el protagonista de Cyrano de Bérgerac, el hombre que encarnó la quintaesencia de la interpretación en Francia tiene hoy 76 años, 150 kilos que le impiden caminar con agilidad y un frágil estado de salud (un bypass y diabetes), respondió a las preguntas del tribunal y negó rotundamente todos los hechos. “No veo por qué tocaría a una mujer. No soy un sobón en el metro, me han dicho que eso existe, pero no conozco esas cosas. Hay muchos vicios que desconozco. De ahí a meterle la mano en el culo, ¡vamos! No soy Émile Louis [asesino en serie condenado por violaciones)]”, se defendió mientras denunciaba “el terror al que es capaz de llegar el feminismo”.

El juicio siguió con la tensión del día anterior entre los abogados y un Depardieu errático en sus respuesta y a quien se le preguntó si había ingerido alcohol. La actriz Anouk Grinberg, que formaba parte del equipo de la película Las persianas verdes y que declara en contra de Depardieu, fue expulsada de la sala al mostrar su desaprobación cuando escuchaba los argumentos del actor para defenderse. “He salido porque lo que se ha contado ahí es un manto de vómitos y mentiras. Es insoportable e increíble que en una sala de justicia se pueda mentir así, calumniar a las mujeres para tapar la verdad. Han expulsado a alguien que sabe la verdad. Y la verdad la conoce todo el mundo: Depardieu es un agresor desde hace 50 años con toda impunidad. La sociedad se lo ha permitido, la profesión también. Y las mujeres tienen que callarse ahora. Yo no lo puedo soportar más, por eso no me he callado”, lanzó a los periodistas que esperaban fuera de la sala.

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