Los números están ahí, a pesar de todo el ruido: las energías renovables, grandes aliadas de la lucha contra el cambio climático, son la apuesta más clara para los inversores en el sector eléctrico. El pasado año se produjo un “aumento masivo” de la capacidad solar, eólica e hidroeléctrica en el planeta, ha explicado este miércoles la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) en su balance sobre 2024. En solo 12 meses se sumaron 585 gigavatios de nueva potencia, lo que supone un incremento récord del 15,1%. Es “una buena noticia” en mitad de un mundo preñado de “mucha incertidumbre e inestabilidad”, ha destacado António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, que ha intervenido de forma virtual en el foro Diálogos sobre el clima de Petersberg, una cita que se celebra en Berlín y que aspira a ser un impulso en la lucha contra el calentamiento global para situarla de nuevo en el centro de la agenda internacional.
Guterres ha recalcado uno de los datos clave del informe: “las energías renovables representaron más del 92% de toda la nueva capacidad de generación de electricidad instalada el año pasado”. Dicho de otra forma: “la cantidad de energías renovables agregadas representa más que la capacidad total de electricidad de Brasil y Japón combinadas”.
Ese avance del 15,1% de 2024 es una buena noticia, pero todavía se necesita un paso más para llegar al objetivo que los 200 países del mundo adquirieron en la cumbre del clima de Dubái a finales de 2023. En esa cita se marcó el objetivo de triplicar la potencia renovable para 2030. Para ello, apunta Irena este miércoles, la capacidad renovable debe aumentar a partir de ahora un 16,6% anual de aquí al final de la década.
Una pieza fundamental serán los planes climáticos que todos los países firmantes del Acuerdo de París deben presentar este año. Tendrían que haberlo hecho en febrero, pero la ONU ha dado un poco más de plazo a los países ante el incumplimiento generalizado: hasta el próximo mes de septiembre, cuando tiene previsto convocar un encuentro internacional para hacer balance de esos planes, conocidos por las siglas en ingles NDC. En esos documentos los países deben trazar su hoja de ruta para reducir sus emisiones de efecto invernadero de aquí a 2035.
“Todos los países deben dar un paso al frente”, ha pedido Guterres, quien, sin embargo, ha advertido de que el proceso debe ser liderado por los países del G20. Además, las naciones más ricas deben impulsar “la financiación de los países en desarrollo” para que también puedan subirse a la revolución de las renovables y puedan adaptarse a los impactos de un cambio climático que sufren pero del que son los menos responsables.
Este año se celebra el décimo aniversario del Acuerdo de París, que se firmó en la capital francesa el 12 de diciembre de 2015. Guterres ha querido resaltar la importancia de los “avances” logrados desde entonces en la lucha contra el cambio climático. “Ahora, el 90% de las emisiones globales están cubiertas por objetivos de emisiones netas cero”, ha afirmado. “Hace una década, el planeta se encaminaba a un aumento de la temperatura global de más de cuatro grados Celsius. Hoy en día, los planes climáticos nacionales de los países, o NDC, si se cumplen en su totalidad, nos acercarán a un aumento de 2,6 grados”, ha señalado el secretario general de la ONU.
Pero Guterres también ha querido advertir del incremento de los impactos de esta crisis. “Parece que los récords se rompen a cada paso: el día más caluroso del mes más caluroso, del año más caluroso de la década más calurosa de la historia”, ha resumido. Guterres, además, ha recordado que el informe publicado la pasada semana por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) mostraba una situación alarmante: “casi todos los indicadores climáticos alcanzaron nuevas y cada vez más peligrosas alturas”.
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Source: elpais.com