Trump endurece la guerra comercial con aranceles del 25% a los coches no fabricados en Estados Unidos

La guerra comercial se recrudece. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles aranceles del 25% a todos los coches y vehículos ligeros importados que entrarán en vigor el 3 de abril. El anuncio de Trump ha ido algo más allá de la literalidad de la norma. “Lo que vamos a hacer es aplicar un arancel del 25% a todos los coches que no se fabriquen en Estados Unidos”, dijo Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca, calificando la medida de “muy modesta”.

El arancel del 25% se aplicará a los vehículos de pasajeros importados (sedanes, SUV, crossovers, minivans, furgonetas de carga) y camiones ligeros, así como a las piezas clave de automóviles (motores, transmisiones, piezas del tren motriz y componentes eléctricos). Cabe ampliar los aranceles a piezas adicionales si es necesario, según la Casa Blanca.

Las Bolsas estadounidenses cayeron con fuerza durante la sesión al conocerse las intenciones de Trump. La caótica política económica y comercial del presidente está aumentando la incertidumbre y haciendo perder fuelle a la economía estadounidense y, con ello, a la de todo el mundo. La confianza de los consumidores se ha desplomado hasta niveles de la pandemia, según los datos publicados este martes por The Conference Board. Los mercados llevan semanas sufriendo. Las agencias de calificación también ven con preocupación las medidas erráticas y contradictorias de Trump. En solo unas semanas, el presidente está malbaratando la herencia recibida de Joe Biden.

Los aranceles harán subir los precios de los coches importados, haciéndolos menos competitivos frente a los estadounidenses, cuyos costes a su vez se han encarecido por los aranceles al aluminio y al acero, entre otros. Los ciudadanos tendrán que pagar más, en definitiva. En la actualidad, en torno a la mitad de los coches que se venden en Estados Unidos son importados.

Trump espera que sus impuestos a la importación obliguen a las empresas a trasladar más producción a Estados Unidos y atraigan inversión, pero la inseguridad jurídica generada por un Gobierno que toma sus decisiones de forma arbitraria y sin respetar la ley no es la mejor tarjeta de presentación para los inversores. Las medidas de Trump, además, provocarán represalias comerciales de parte de los países, previsiblemente.

“Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y por quitarnos nuestros trabajos, nuestra riqueza, un montón de cosas que nos han estado quitando a lo largo de los años”, argumentó Trump, que no parece entender la teoría de la ventaja comparativa ni el resto de conceptos básicos del comercio internacional y ve las relaciones económicas como un juego de suma cero, en que lo que un país lo gana, otro lo pierde.

Los datos del Departamento de Comercio muestran que Estados Unidos importó vehículos ligeros por importe de unos 240.000 millones de dólares el año pasado. Las compras a México sumaron un total de 2,96 millones de vehículos terminados por importe de 78.500,6 millones de dólares. Los siguientes proveedores fueron Japón (1.377.086 coches por 39.725 millones de dólares), Corea del Sur (1.535,818 / 36.642 millones), Canadá (1.065.465 / 31.162 millones), Alemania (446.566 / 24.782 millones) y Reino Unido (96.451 / 8.192 millones). España exportó a Estados Unidos solo 8.316 vehículos ligeros por 178,5 millones de dólares, según esos datos. Agrupadas, las importaciones desde países de la Unión Europea sumarían 44.064 millones de dólares, solo por detrás de las procedentes de México.

Los aranceles de este miércoles, con todo, son solo un aperitivo de los “Ese es el verdadero Día de la Liberación de Estados Unidos, y será el 2 de abril, y lo espero con ansias”, dijo Trump este miércoles. En esa fecha se prevé que anuncie o apruebe la mayor andanada de aranceles desde que volvió a la Casa Blanca. Impondrá lo que Trump denomina de forma impropia “aranceles” recíprocos”, una forma de penalizar a los países con los que Estados Unidos tiene un mayor déficit comercial. Se espera que haya diferentes tarifas arancelarias en función de los países, además de excepciones y periodos de gracia, dictados arbitrariamente por el Gobierno estadounidense.

El anuncio de los aranceles al automóvil se ha producido en pleno escándalo por la difusión de la discusión de altos cargos de la Administración Trump en un chat de una aplicación de mensajería de los planes para bombardear posiciones de los rebeldes hutíes en Yemen el pasado día 15. La Casa Blanca y los miembros del Gobierno han tratado de tapar el escándalo con mentiras descaradas y ataques personales al periodista que difundió el contenido del chat tras haber sido incluido en él por un error.

Para aplicar las nuevas medidas proteccionistas, Trump alega sin sentido que la importación de coches amenaza la seguridad nacional. Las nuevas trabas son el segundo paso de esta semana en materia proteccionista. El lunes, Trump firmó un decreto que autoriza al secretario de Estado, Marco Rubio, a imponer aranceles del 25% a los países que compren petróleo venezolano, entre ellos España. Al tiempo, Washington ha dado una prórroga a la petrolera estadounidense Chevron para seguir operando en el país, con lo que Estados Unidos podrá seguir importando crudo venezolano.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho lamentar “profundamente” una decisión que, ha reiterado en un comunicado emitido nada más conocer el anuncio de Trump, no beneficia a nadie, informa Silvia Ayuso desde Bruselas. “Los aranceles y tasas son malos para las empresas, y peores para los consumidores tanto en la UE como en Estados Unidos”, ha insistido. A falta de detalles en la decisión, Bruselas analizará ahora su impacto “junto con otras medidas que Estados Unidos planea en los próximos días”, en aparente referencia a los aranceles “recíprocos”, para dar una respuesta adecuada. “La UE seguirá buscando soluciones negociadas mientras salvaguardia sus intereses económicos”, ha subrayado.

Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, ha estado esta semana en Washington, donde se ha reunido con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, para hablar de los aranceles, pero sin resultados satisfactorios, aparentemente.

Trump parece particularmente obsesionado por el hecho de que los europeos no compren muchos coches estadounidenses. “Se lo pregunté a un par de líderes. No quiero dar nombres, pero ¿cuántos Chevrolet o Ford ves en el centro de Múnich? La respuesta es ninguno, porque no aceptan ningún coche. No aceptan nada. Así que Europa ha abusado de Estados Unidos durante años, y no pueden hacer eso, y quieren llegar a un acuerdo”, dijo el mes pasado en la Casa Blanca, en una de las sesiones en que empezó a amenazar a la Unión Europea con aranceles.

Trump está convencido de poder mejorar su altamente deficitaria balanza comercial por la vía de la presión arancelaria. “No hay nadie que no quiera llegar a acuerdos. Han sido abusadores y quieren llegar a acuerdos. Así que ya veremos, pero creo que tendremos algunos muy justos. Todo lo que queremos es un trato justo”, argumentó, subrayando los aranceles y trabas comerciales que ponen otros países a los productos estadounidenses.

“Nos están estafando mucho, y Estados Unidos está cansado de que le estafen y punto, agregó entonces. “Los aranceles son muy poderosos, tanto económicamente como para conseguir todo lo demás que quieres”, indicó, señalando el ejemplo de las deportaciones a Colombia. “Cuando eres la gallina de los huevos de oro, los aranceles son muy buenos, son muy poderosos, y van a hacer que nuestro país sea muy rico”, sostuvo, con la tesis de la tesis de la Casa Blanca de que “el acceso al mercado estadounidense es un privilegio”.

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