El Gobierno aprueba el proyecto de ley del medicamento que flexibilizará su dispensación y que pretende ahorrar 1.300 millones

Tras algunas modificaciones sobre el borrador inicial, aseguró Padilla, la industria respalda en líneas generales la norma. Sin embargo, las principales patronales han enviado esta tarde un comunicado conjunto con una posición contraria al nuevo sistema de precios que, aseguran, “pone en riesgo el abastecimiento de medicamentos y el tejido industrial farmacéutico en España”.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que la ley terminará con un “sistema muy rígido” y que creará una “sana competencia” que permitirá ampliar el uso de genéricos y biosimilares.

La nueva ley da la capacidad a las enfermeras y a los fisioterapeutas de prescribir fármacos dentro de sus competencias. Hasta ahora, solo podían hacerlo en muy , que se encontraban con trabas burocráticas y el rechazo de algunas instituciones médicas, ya que defienden que solo los facultativos pueden recetar medicamentos. Con la ley actual, también pueden hacerlo podólogos y odontólogos, a los que ahora se sumarán estos dos gremios. Una enfermera, por ejemplo, podrá prescribir un antibiótico para una herida sin pasar por el médico, como hasta ahora, pero no podría hacerlo con un fármaco que no se considere dentro de sus funciones, como podría ser un ansiolítico. El detalle se concretará en un Real Decreto posterior.

Otra de las novedades es que el médico podrá dejar una receta fija para que los pacientes con dolencias crónicas recurrentes la usen a demanda sin pasar por la consulta. Hasta ahora, este tipo de prescripción dura solo un año. Un ejemplo sería alguien que tenga episodios de migrañas esporádicos: no tendrá que ir al médico cada vez que le surgen, podrá retirar el medicamento directamente de la farmacia.

Una vez que un fármaco es aprobado, pasa una primera fase en la que no tiene competencia, porque está protegido por una patente. Posteriormente, pueden surgir genéricos o biosimilares, lo que suele conllevar una bajada de precios. Tras un tiempo (que puede depender en función del fármaco), suele dejar de ser interesante para la industria, por lo que menos empresas lo producen y se pueden producir problemas de suministro.

“La propuesta generará una tendencia automática a minimizar precios de medicamentos fuera de patente, haciendo inviable la continuación de muchas líneas de producción e intensificando los problemas de suministro. Necesitamos verdaderamente un modelo alternativo que sustituya el sistema de precios seleccionados que se regula en el anteproyecto de Ley”, aseguran en el comunicado conjunto.

En todo el ciclo, la ley obliga a las farmacéuticas a informar a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ante problemas que puedan afectar al suministro de los medicamentos. El año pasado hubo desabastecimiento de 189 fármacos (aunque solo un 0,24% tienen un impacto real en los pacientes), por lo que la ley promueve planes de prevención para este fenómeno.

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