El equipo más goleador de Europa y líder de la Liga necesitó de un gol en propia puerta del penúltimo clasificado para cantar victoria en Butarque. El partido fue un tormento para el Barça, que a falta de ocasiones rentabilizó el tanto de Jorge Sáenz, uno de los centrales del Leganés, el adversario que seguramente mejor ha negado al fecundo y admirado plantel de Flick. Los números aseguran que no fue una excepción porque contra el Leganés perdió el Atlético y las pasó canutas el Madrid.
La trascendencia y también la dificultad del partido de Butarque, así como la ventaja para el partido europeo del martes en Dortmund (4-0), condicionaron la alineación de Flick. Únicamente descansaron Cubarsí y De Jong para que jugaran Araujo y Eric. Las calculadas rotaciones no afectaron a Pedri ni a Lewandowski, tampoco al tridente, porque a fin de cuentas el Barcelona se explica sobre todo por sus goles: 82 en 48 partidos entre los tres delanteros para un total de 146. La media de tres tantos no se cumplió precisamente ante el Leganés. No parece una casualidad si se tiene en cuenta que el equipo de Borja Jiménez ya dejó a cero al de Flick en Montjuïc, un resultado que solamente se repitió hasta ahora en la visita a San Sebastián (1-0).
El sufrimiento defensivo azulgrana fue en aumento, hasta el punto de que Raphinha evitó con un escorzo que el balón llegara a Raba, solo ante Szczesny. Flick recurrió a De Jong por Araujo para intentar cambiar la inercia de un partido que giraba a favor del Leganés. El uruguayo quedó señalado por su dificultad para tirar la línea del fuera de juego y salir con la pelota jugada desde el área. Y entonces el Leganés se confundió cuando identificó a Gerard Martín como el eslabón más débil y concedió un gol en propia puerta. El agresivo lateral azulgrana perdió y recuperó al mismo tiempo el balón mal gestionado por Óscar y activó a Raphinha, cuyo centro fue rematado al primer palo por Jorge Sáenz, acosado por la sombra de Lewandowski.
La incertidumbre, sin embargo, se mantuvo hasta el final, cuando Iñigo Martínez rebañó de forma magistral una pelota que iba a rematar Munir. La defensa y el portero, últimamente muy solventes, pusieron a salvo el cartel y el crédito de los tres delanteros: Lamine, Lewandowski y Raphinha. El gol que posiblemente evitó Iñigo y el que se marcó Jorge Sáenz subrayó la fortuna de un líder que sigue invicto en 2025 —ya son 24 partidos (y 12 de ellos a cero)—, una cifra que no se alcanzaba desde los tiempos de Ernesto Valverde en el banquillo.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com