Un plan de eras oscuras: el Madrid solo usó más centros que ante el Arsenal con Lopetegui y Solari

La noche que el Real Madrid juntó a Mbappé, Vinicius, Bellingham y Rodrygo para intentar remontar al Arsenal en la Copa de Europa, el equipo terminó explotando como pocas veces el camino del bombardeo de centros al área, la vía que esquiva el quebradero de cabeza de los preliminares de la elaboración. A menudo resulta un síntoma de desorientación futbolística. Los niveles del partido del miércoles lo relacionan con alguna de las épocas de mayor incertidumbre en el club, como la resaca post Cristiano Ronaldo. Sin contar el balón parado, tiró 33 centros contra el Arsenal, que serían 43 con los córners y las faltas. “No jugamos a nada”, resumía este jueves una fuente del vestuario en referencia no solo al encuentro del Arsenal, sino al curso en general. “Es culpa de todos. Somos un desastre”.

Lo más cercano esta temporada a lo del miércoles, según los datos de Opta, fueron los 22 centros que probaron en noviembre en la derrota en Champions contra el Milan (1-3). Aunque contra el Arsenal dieron un salto enorme, un 50% más.

El Madrid no había alcanzado esos registros desde octubre de 2020, cuando probó también 33 centros en juego en la derrota contra el Shakhtar en el Di Stéfano, en la fase de grupos de la Champions (2-3).

Para encontrar una cifra que supere la marca del Arsenal, hay que ir incluso más atrás, casi siete años, a un punto que conecta la falta de argumentos futbolísticos de ahora con la desorientación general en un momento de transición radical, como parece este del recién llegado Mbappé. Aquello fue en la temporada 2018/19, la primera sin Cristiano Ronaldo, cuando Vinicius era material de meme, Bale miraba para otro lado y Benzema buscaba su sitio, que terminó encontrando.

El 20 de octubre de 2018, el Madrid recibió al Levante, que se adelantó 0-2 pronto en el primer tiempo. Terminaron el partido con 52 centros, según fbref.com, que incluye el balón parado. Perdieron 1-2 y Florentino Pérez despidió a Julen Lopetegui solo nueve días más tarde, a la mañana siguiente de caer 5-1 en el Camp Nou.

El cambio no aportó argumentos de manera instantánea. Dos semanas más tarde, en el estreno de Santiago Solari como entrenador provisional en el Bernabéu, el Madrid recurrió a 44 centros para derrotar al Valladolid (2-0), aunque ninguno de los goles llegó por esa vía. El primero fue un tiro de Vinicius que pegó en la espalda de Kiko Olivas y entró, y el segundo, un penalti anotado por Ramos.

Los ocho meses de búsqueda futbolística de Ancelotti con Mbappé, Vinicius, Bellingham y Rodrygo han terminado estrellándose con el mismo plan de juego con el que el Madrid trataba de salir de la turbulenta temporada de los tres entrenadores. Aquello fue el momento post Cristiano, este, con el francés recién llegado, también es en realidad el punto post Kroos.

Al terminar el partido contra el Arsenal, Thibaut Courtois señaló algo que subraya aún más la pobreza del acercamiento en ataque: “Metimos muchos centros, pero este año no tenemos un Joselu que puede ganar esos duelos y ser un delantero nato ahí arriba”. El canterano, que mide 1,92, marcó la temporada pasada ocho goles de cabeza con el Madrid. La delantera actual no tiene esas características. Mbappé, que mide 1,78, nunca ha marcado de cabeza con el Real, según Opta. Vinicius, de 1,76, lleva cinco en 310 partidos; Rodrygo, de 1,74, dos en 264; y Bellingham, de 1,86, seis en 87.

Volviendo a los 52 centros de aquel equipo que penaba con Lopetegui contra el Levante, en una tarde límite tras cuatro partidos sin marcar, aquel día Ramos y Mariano cabecearon al larguero y Benzema (56 tantos así en 648 partidos) remató otra que acabó en un gol anulado al hispano-dominicano. Contra el Arsenal, como apuntó Courtois, no estuvo ni cerca de suceder algo similar.

Pero, como dijo Lucas Vázquez, no encontraron otra vía: “Quizá nos ha faltado tener un poco más de claridad con el balón, tener un poco de paciencia en determinados momentos; llevar el balón de lado a lado para poder penetrar en una defensa muy bien organizada”. El entramado levantado por Mikel Arteta es el más fiable, el que menos concede en la Premier (0,76 goles esperados por partido) y en la Champions (0,64), según el modelo de Hudl Statsbomb.

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