Dani Olmo devuelve la alegría al Barça

Aunque se anunciaban algunos cambios por motivos varios como las lesiones, la caída del juego en los últimos partido (Betis, Dortmund y Celta) y la llegada de la final de Copa contra el Madrid el sábado en Sevilla, Flick sorprendió con una alineación de tanto riesgo que hasta jugó Ansu Fati, que no era titular desde octubre contra el Sevilla. El delantero tuvo un feo desplante cuando abandonó el banquillo muy enfadado porque el técnico no le dio minutos contra el Celta. También se quejaron Héctor Fort y Ferran. Los tres ofendidos formaron contra el Mallorca en un gesto sorprendente de Flick. No tuvieron la misma suerte los discretos Pau Víctor o Pablo Torre ni el descolocado Peña. Hasta siete novedades se contaron en un once sin Koundé, Cubarsí, Raphinha, De Jong, Fermín y Gerard Martín.

La falta de puntería, provocada por la impaciencia y la ansiedad, penalizó el fútbol alegre y dinámico del Barça, cada vez más intenso y atrevido, siempre bien gobernado por Pedri. Los saques de esquina se alternaban con las montoneras en el área de Leo Román. Hasta Ansu se atrevió a chutar para refrendar la viveza del fútbol azulgrana, más fresco y enérgico y también menos efectivo que contra el Celta. La defensa de ayudas y los bloqueos eran continuos por parte del Mallorca. Los futbolistas de refresco del Barça, fuertes en la intensidad y la presión, garantizaron un buen caudal de remates antes de alcanzar el descanso (24) con un gol anulado por fuera de juego de Mateu Jaume en el único disparo del Mallorca. La igualdad en el marcador se rompió nada más empezar la segunda parte con una acción de Olmo.

Eric puso la pelota desde la banda derecha y el volante la controló, la orientó y la cruzó con la zurda al palo derecho de Leo Román. Una lección de cómo batir al Mallorca. La pausa y la clarividencia de Olmo en el área son una bendición para un equipo al que a veces se le nubla la vista y pierde el pulso cuando apunta al portero rival en plena tormenta ofensiva dirigida por Pedri. A partir del gol y tras un cabezazo de Raíllo en una falta, los azulgrana empezaron a controlar más el partido, Flick movió el banquillo y Ansu se retiró ovacionado de Montjuïc. Los barcelonistas empezaron a celebrar sus acciones defensivas mientras se arrimaba el conjunto de Arrasate.

A balón parado amenazó el Mallorca, aunque la oportunidad más clara fue de Lamine Yamal. No acertaron en el tiro los barcelonistas después de una noche refrescante a nivel futbolístico que habla bien del plantel del Barça y de su buena disposición para el tramo final de la Liga, la final de Copa y las semifinales de la Champions. Flick fortaleció a la familia antes de viajar a Sevilla para la final de Copa.

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