La Complutense empapela con carteles de congresos científicos la facultad de Físicas para reclamar fondos a Ayuso

“Lo hemos hecho para recuperar la dignidad de la universidad pública y para que se conozca la labor de investigación que se hace, que es vertebral para toda la docencia. Si no, la docencia no tiene la calidad”, cuenta Belén Rodríguez Fonseca, catedrática de Física de la Tierra y una de las promotoras del mural de 35 columnas. El viento les jugó malas pasadas en dos pruebas que hicieron antes y este jueves una ráfaga ha estado a punto de hacer naufragar la iniciativa. Pese a las botellas de plástico llenas que actuaban de peso, dos columnas de pósteres se han descolgado, pero finalmente sí se ha podido leer el lema ―“Universidad pública, inversión en calidad”― que ha ido bajando al ritmo de un tambor que marcaba los tiempos y los congregados coreaban “Universidad pública”.

El 92% de las publicaciones científicas del Sistema Universitario Español (SUE) se realiza en las universidades públicas, frente al 8% de las instituciones privadas, y Físicas tiene motivos de sobra para enorgullecerse. Madrid cuenta con 13 privadas, pero su contribución a la ciencia es muy pequeño. Por eso inciden en la necesidad de que la comunidad invierta en sus universidades públicas pues, por cada euro gastado, se revierten cinco a la sociedad en forma de innovación, empleo o conocimiento. Madrid es la comunidad que menos invierte por alumno (21% menos que la media) de España, pese a su enorme renta per cápita regional (36,5% más).

La acción en Físicas pretende, como otras, caldear el ambiente de cara a la huelga de profesores y alumnos convocada para el próximo lunes, 28 de abril, en las seis universidades públicas de Madrid. La Complutense es el centro que da visos de una peor situación económica. Ha tenido que suspender la ayuda económica a sus grupos de investigación, para ahorrar en plantilla no se van a descontar las horas de docencia a los profesores con una sólida carrera científica y se han quitado las ayudas a innovación docente.

La UCM, a su vez, estudia la viabilidad de sus grados, másteres o doctorados con poca demanda o recalibrar el precio de una plaza en sus colegios mayores o el de las actividades culturales y deportivas. Hace casi un año se pidió a los decanatos que menguasen sus gastos un 35% con una partida ya muy exigua. La media se ha prolongado este curso, en el que no habrá nuevos presupuestos.

Con la aportación que hace la Comunidad de Madrid, los seis rectorados no cubren ni las nóminas, una partida que crece al ritmo de la antigüedad del personal y su producción (se cobra un plus) y de la subida de sueldos por la inflación. En noviembre sus rectores ya alertaron de que estaba en riesgo la calidad del servicio.

En la facultad de Matemáticas de la UCM ya hubo un encierro a principios de abril y este jueves harán lo propio profesores y alumnos de la Carlos III. En la facultad de Políticas de la UCM habrá concierto este jueves y actividades y el viernes charlas informativas en Educación; porque muchos estudiantes, a quienes la falta de inversión no afecta al bolsillo directamente, aunque sí a las prácticas o a las asignaturas optativas que pueden elegir, no saben lo que se cuece estos días y los promotores quieren llegar a ellos: ¿huelga? ¿cuándo? ¿por qué?

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