El Barcelona aniquila al Chelsea y jugará su quinta final de Champions seguida

El Barcelona teje su propio destino. No importa el rival, el lugar o el momento. Tampoco los días o los malos tragos. El Barça aniquiló al Chelsea en Stamford Bridge en la vuelta de las semifinales de la Champions. No solo fueron los goles —8 a 2 en el global de la eliminatoria, repitiendo el resultado de la ida, del 4-1 al 1-4, sino el juego de las culés, que dominaron sin oposición. Ganó el fútbol colectivo, el ADN Barça, la cantera en la que crecieron Aitana Bonmatí y Claudia Pina, frente a la individualidad a base de golpe de talonario de un equipo lleno de grandes nombres. El Barça se ganó su propio destino: jugar, por quinta vez consecutiva y sexta en su historia, la final de la Champions. Esta vez, en Lisboa el 24 de mayo, con la oportunidad de levantar la cuarta copa europea y seguir gobernando en su trono. Será contra Arsenal o Lyon.

Y cuando peor parecía que el Barcelona lo pasaba, cuando más balones achicaba del área y cuanto más atenta se mostraba Cata Coll, apareció Aitana Bonmatí. La canterana se marchó sola desde el centro del campo, dejando en el suelo en su camino a Charles, haciendo desaparecer a Naomi Girma —el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino— y superando a la capitana Millie Bright hasta llegar a la portería de Hannah Hampton, que nada pudo hacer frente al potente disparo de Bonmatí. En el minuto 25 el Barcelona acababa con la agonía y empezaba a disfrutar, como un déjà vu de lo que sucedió el año pasado: Aitana marcó en el mismo minuto para empezar la remontada azulgrana que las condujo a su tercera Champions.

Con el Barcelona relajado apareció el mejor equipo y llegó el 0-2 de la mano la pichichi Ewa Pajor tras un centro de Graham. Patri Guijarro se tiró al suelo de rodillas, mirando al cielo, y la esquina de 200 aficionados azulgranas saboreó la final de Lisboa y empezó a retumbar en el estadio blue, mientras algunos seguidores del Chelsea aprovecharon para marcharse. No pudieron ver, afortunados o no, el gol de Pina que sentenció a su equipo. Alexia Putellas volvió a evidenciar su conexión con la canterana, que recibió el balón, lo paró, miró la portería de Hampton deteniendo el tiempo y reventó la portería.

Un gol por orgullo más que por posibilidades. El Barcelona se paseó por Stamford Bridge para terminar aplacando cruelmente a las jugadoras del Chelsea. El tiempo dio la razón al Barça, que demuestra que ellas deciden y se ganan su destino.

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