Lamine Yamal, como su ídolo Neymar

En un viaje en coche desde la Ciudad Deportiva Joan Gamper a Barcelona para filmar una publicidad, uno de los colaboradores de Lamine Yamal le preguntó cuándo se había dado cuenta de que era “muy bueno”. Sin pensarlo demasiado, el canterano del Barcelona respondió: “Cuando vivía en Rocafonda, miraba vídeos en YouTube. Después bajaba a la plaza [Joan XXIII] e intentaba imitar las jugadas que había visto. Siempre me salían a la primera”.

Las imágenes que miraba Lamine Yamal eran las de su ídolo: Neymar. “Me inspira su forma de jugar, de disfrutar. Tú lo ves y transmite alegría. Cuando lo ves, quieres ver más partidos suyos. Desde pequeño, cuando estaba en el Barça y en el PSG, me fijaba en él. Para mí, es de los mejores de la historia”, recordaba, ya en público, Lamine Yamal.

Sin embargo, Lamine Yamal no se quitó el gorro durante el entrenamiento del Barcelona en La Cartuja, pese a la temperatura de 28 grados. Flick recordó, por si había algún despistado, que la figura de Lamine Yamal no se limita a sus travesuras estéticas: lo esencial de su talento se muestra en el campo.

“Es un jugador increíble”, concluyó el preparador azulgrana. La sorpresa que tenía preparada Lamine Yamal para la final de la Copa del Rey tenía como referencia a su ídolo Neymar: compareció en La Cartuja con el pelo pintada de rubio. El 19 azulgrana le dio la razón a su entorno con su nuevo peinado, Lamine tenía un estilo nuevo para una gran ocasión. También se la dio a Hansi Flick, jugó un clásico increíble.

Nada más comenzar el duelo, parecía que el partido se le ponía de cara a Lamine Yamal. En el minuto 9 se retiró lesionado Mendy, un lateral fuerte para defender que amagaba con plantearle un duro enfrentamiento al 19 azulgrana. Al francés lo reemplazó Fran García. Como si no lo quisiera intimidar solo con su fútbol, Lamine Yamal atoró rápido a Fran García con dos presiones intensas para recuperar el balón. Estaba en todo, dominaba el escenario. Activo en el campo, atento para pedir el apoyo a la afición azulgrana en La Cartuja.

Pero Lamine Yamal ya se había quedado sin energía en La Cartuja. Para su suerte, también para la del Barcelona y la de Hansi Flick, estaba su escolta en la banda derecha: Koundé. Una Barça desacomplejado que recuerda su pasado y vuelve a levantar la Copa en Sevilla, un Lamine que también hace memoria para homenajear a su ídolo Neymar.

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