Los votantes emigrados se movilizan en las elecciones de Rumania, repetición de las anuladas en noviembre

En aquellos comicios venció de forma inopinada Calin Georgescu, un candidato independiente, ultranacionalista, que fue aupado por sus vídeos virales en la red social TikTok sin que fuese detectado por los servicios secretos. Ante las sospechas de que su victoria respondiera a una operación impulsada por Rusia, el Tribunal Constitucional anuló esa primera vuelta y ordenó su repetición. Prohibió, además, a Georgescu volver a presentarse, pero el candidato apadrinado por él, el también ultra George Simion, encabeza ahora los sondeos.

“La Rumania postcomunista nunca ha vivido unas elecciones tan controvertidas y tensas porque fueron anuladas en la primera vuelta y mucha gente se ha sentido decepcionada, furiosa”, dice Vlad tras votar en un centro de la capital. “He votado porque nunca ha contado tanto el voto para el futuro del país, ya sea proeuropeo o antiUE, y realmente cuentan: puede cambiar el camino del país”, prosigue, sin desvelar su papeleta, este especialista de marketing de 40 años. Y apunta: “Mucha gente ha optado por el voto útil: no elige al candidato proeuropeo que más le gusta a uno sino al que cree que va a ir a la segunda vuelta con Simion”.

“Necesitamos un presidente tranquilo y competente porque el país está inmerso en una situación económica difícil”, afirma Ana, una economista de 46 años que menciona un déficit del 9,3% y teme una subida de impuestos. “Estamos en una crisis económica que ha sido aplazada por las elecciones, pero saldrá a relucir porque hay grandes problemas”, sostiene, tras subrayar que “el líder ultraderechista no ha debatido con nadie, al contrario que los candidatos prooccidentales, que se han sacado los ojos”. “Ha sido frustrante ver a políticos proeuropeos que tienen muchos puntos en común atacarse de manera virulenta. Tendría que haberse presentado sólo uno; prácticamente el voto proeuropeo se ha partido en tres”, lamenta.

La anulación de la primera vuelta de las presidenciales de noviembre por el Tribunal Constitucional, una decisión que se produjo solo dos días antes de la segunda vuelta y que provocó las críticas airadas de Rusia y del Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, propició que el presidente rumano, Klaus Iohannis, dimitiera a principios de febrero. En su lugar fue elegido de forma interina el liberal Ilie Bolojan. El proceso está bajo la lupa de la Unión Europea.

TikTok, que estuvo en el ojo del huracán en noviembre porque en esa red cobró popularidad de forma fulgurante el candidato ultranacionalista, aseguró que había eliminado dos redes secretas que intentaban influir en el discurso político en las elecciones de Rumania. Esas redes estaban compuestas por 87 cuentas con más de 33.000 seguidores.

Durante la jornada de este domingo se produjo el hackeo de las páginas web de los ministerios de Interior, Justicia y Exteriores, reivindicado por el grupo de piratas informátivos rusos NoName057. También fue pirateada la web del candidato Antonescu, que escribió en su perfil de redes sociales: “Fuerzas oscuras del extremismo tratan por los métodos más viles de detenernos. ¡No lo permitamos! ¡Vamos a votar!”. La Dirección Nacional de Ciberseguridad (DNSC) rumana reconoció que el hackeo de páginas oficiales se había producido pero aseguró que estas volvieron a funcionar con normalidad poco después.

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.