Arda Güler se reivindica en el servicio militar obligatorio de Carlo Ancelotti

Hace apenas dos semanas, Arda Güler penaba en el punto más bajo de la rotación de Carlo Ancelotti, superado también por Endrick, que tuvo la media hora final en la vuelta contra el Arsenal mientras el turco sumaba otro partido de eliminatoria de Champions desde la barrera (todavía no se ha estrenado en estos duelos). “No es desequilibrante como los delanteros, pero tiene un manejo del balón muy bonito. Ha sido útil”, comentó sobre él Carletto a finales de marzo tras sustituirlo ante el Leganés. No era la primera, la segunda ni la tercera vez que el técnico le deslizaba una puyita pública al joven pese a no ser el estilo habitual del italiano con sus futbolistas. Tampoco fue la más dura que le dedicó.

Desde esas profundidades ha irrumpido el zurdo, convertido de repente en la última esperanza del Madrid en Liga. Hasta este inopinado florecimiento a partir del encuentro en Getafe, ni Ancelotti le había dado mucha bola ni el futbolista se había reivindicado con el balón. Güler andaba en un barracón sombrío del servicio militar obligatorio de Carletto, todavía bajo los efectos del último “palo” que le había tirado el entrenador.

Todo se sabe en el gran hermano del fútbol y hasta los dominios del italiano habían llegado lo que él consideró como maniobras, comentarios e intentos del entorno del jugador para tratar de influir en sus decisiones debido al poco peso que Güler tenía en las alineaciones del Madrid. No era nada puntual, sino lo que entendió como una estrategia más general de la gente que rodea al atacante para crear determinado clima a favor del joven, un fenómeno en su país al que el presidente Recep Tayyip Erdogan le llegó a felicitar personalmente en la pasada Eurocopa por un gol decisivo a Georgia.

Aquellos movimientos no pasaron por alto para el preparador de Reggiolo y hace dos meses y medio, antes de la ida de las semifinales de Copa, el italiano le soltó el gran palo. “Yo paso con ellos [los jóvenes] una pequeña parte del tiempo. Él pasa mucho tiempo con otras personas. No sé si esas personas tienen la misma idea que yo para que aprenda. Esto es una falta de comunicación”, aseguró.

Hace dos días, el turco se refería en The Players Tribune a su primer contacto con Ancelotti por videollamada antes de fichar en 2023. “El momento fue tan surrealista que me cuesta recordar los detalles, pero creo que llevaba una camisa hawaiana, gafas de sol y creo que tenía un puro. Me dijo: “Arda, tendrás un gran futuro aquí. Tal vez no el primer año, pero tendrás oportunidades. Cuando Modric y Kroos sean demasiado veteranos, podríamos ponerte en el medio”. De repente, en la primavera de 2025, ha asomado Güler.

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