La UE había acelerado las negociaciones para aprobar el paquete, que además se ha ido endureciendo en los últimos días, conforme aumentaba la presión de los líderes europeos para mover a Rusia a aceptar un alto el fuego de 30 días desde el lunes, que por el momento Moscú sigue ignorando.
Los Veintisiete también quieren mostrar su músculo de cara a la cita de este jueves en Estambul. El nuevo paquete reforzado añade a la lista negra de compañías sancionadas a unas 30 empresas, varias de ellas con base en China o Dubái, involucradas en la evasión de sanciones, especialmente en bienes de uso dual (civil y militar), y a unos 75 individuos y empresas ligadas al complejo industrial militar, especialmente en el sector de drones.
Además, los Veintisiete también han decidido ampliar el marco para aplicar las denominadas sanciones híbridas, con las que la UE aplica, desde octubre del año pasado, medidas restrictivas en respuesta a acciones desestabilizadoras que Rusia lleva a cabo en el exterior. Según fuentes diplomáticas, se ha decidido crear una base legal para sancionar a los barcos que destruyan infraestructuras como cables submarinos, aeropuertos o servidores, así como para castigar a “facilitadores financieros”. La Unión pretende sancionar asimismo a más de 20 entidades e individuos que difunden desinformación, de acuerdo con las mismas fuentes. La UE también extenderá una prohibición de exportación de productos químicos usados en la producción de misiles. Finalmente, agrega a una veintena de jueces y fiscales a la lista negra europea de sancionados por la
Entre otros, la propuesta implicaría imponer aranceles del 500% a bienes importados de cualquier país que compre petróleo, gas, uranio y otros bienes de Rusia. Una propuesta que Bruselas está estudiando, pero que, advierten fuentes comunitarias, es prácticamente imposible de aplicar en estos momentos en Europa, dado que parte de los países que siguen adquiriendo gas ruso son europeos.
La semana pasada, la Comisión Europea propuso una hoja de ruta —que aún debe definir— para que ningún país del bloque consuma gas ruso en 2027. Bruselas da por sentado que para ello tendrá que hacer frente sobre todo a dos países, Hungría y Eslovaquia, cuyos gobiernos son muy próximos a Rusia —el primer ministro eslovaco, Robert Fico, acudió al desfile militar de Putin en Moscú el pasado viernes pese a las advertencias de sus socios comunitarios— y son muy dependientes aún del combustible ruso.
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Source: elpais.com