Flick, el Barça y la estrategia del fuera de juego: una táctica que bien vale una Liga

Varios pensamientos rondaron la cabeza de Hansi Flick desde el primer día que se puso al frente del Barcelona. Uno de ellos fue analizar cómo remodelar la presión del equipo: ejecutarla de forma más sincronizada, acompasada, y convertir el fuera de juego en un baluarte. Como hicieron en el primer clásico. Y en el último. “Después del segundo gol del Real Madrid, no tocaron la pelota en nuestro campo durante 24 minutos. Esto tiene que ver con la estructura que tenemos y cómo empezamos a presionar. Fue increíble”, dijo este miércoles el entrenador alemán, antes de enfrentarse al Espanyol.

No obstante, Flick afronta el derbi sin el líder de su zaga, Iñigo Martínez. El central español vio la quinta amarilla ante el Real Madrid y deberá cumplir un partido de sanción. Sí estará disponible para él, en cambio, Cubarsí: “Podrá jugar mañana sin problemas. Tuvo un golpe, pero nada más”, afirmó el técnico sobre el defensa catalán, que se retiró del entrenamiento este miércoles en la Ciutat Deportiva Joan Gamper por unas molestias en la rodilla derecha.

La evolución de la altura del bloque defensivo azulgrana ha sido notable en las últimas temporadas. Desde la campaña 2021-2022 hasta la actual, la altitud para lanzar el fuera de juego ha aumentado en un promedio de tres metros —de 30 a 34—, según un informe de The Athletic. Por eso, la coordinación y entendimiento de la retaguardia azulgrana son claves para elaborar esta estrategia. Moverse como un reloj; posicionarse como una regla.

Prueba de ello es que el Barça retoma la posesión en el último tercio de ataque 5,4 veces cada 90 minutos esta temporada en Liga: la cifra más alta del campeonato. Asimismo, acumula 15 goles tras recuperar el balón en zona peligrosa —robos producidos a 40 metros o menos de la meta rival—, según computa Opta. Un dato que contenta a Lewandowski. El ariete polaco podría volver a ser titular tras no disputar ningún minuto el pasado domingo contra el Real Madrid. Una casuística que le permitiría continuar en la pelea por el pichichi con Kylian Mbappé (28), además de ser el máximo goleador del Barcelona (25).

También, sostener uno de los pilares del equipo culé como la defensa en bloque alto: “Tenía clara la filosofía que quería implementar. Al principio, había algunas dudas porque es un estilo distinto al que se había jugado antes. Pero esto es cosa de todo el equipo, no solo de la línea de defensa. Llevamos unos cuantos meses y a día de hoy podemos ver los resultados”, afirmó Hansi Flick en la previa del partido contra el Real Madrid, un partido que empezó perdiendo y que ganó, como tantas otras veces este curso, hasta sumar nueve remontadas. Unos efectos en el juego que el propio Flick vislumbró hace escasos días, cuando repasó esos 24 minutos del clásico, en los que el contrario no tocó la pelota en campo rival.

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