Putin no acudirá al encuentro en Estambul con Ucrania y envía a emisarios de segundo nivel

La comitiva del tercer país en discordia, Estados Unidos, llegará el viernes. Su presidente, Donald Trump, tampoco volará a Turquía, según confirmó a la agencia Reuters a última hora del miércoles un portavoz. El republicano, que , había asegurado que si se producía el encuentro cara a cara entre Putin y Zelenski, él también se sentaría en la mesa de negociación en Estambul en una última parada antes de regresar a Washington. Tras conocerse el listado de asistentes del Kremlin, su Administración ha desechado la idea.

La reunión en Turquía se improvisó tras el arrebato de Vladímir Putin del pasado sábado, quien a horas intempestivas respondió a las con una contraoferta: un encuentro en Estambul con Kiev este 15 de mayo “sin condiciones previas”. Su gran rival, el ucranio Volodímir Zelenski, aceptó la iniciativa y le desafió a verse personalmente, pero el líder ruso no había contestado en los cuatro días que han pasado desde entonces.

No solo Occidente ha presionado al líder ruso, también sus socios de lo que denomina el mundo multipolar. El presidente brasileño, Lula da Silva, aterrizó este miércoles en la capital rusa con un mensaje para el Kremlin. “Cuando llegue a Moscú, intentaré hablar con Putin. No me cuesta nada decirle: ‘Oye, camarada Putin, ve a Estambul a conversar, ¡maldita sea!“, declaró el brasileño antes de partir de Pekín a casa vía Rusia. Finalmente, Lula no se ha reunido en Moscú con Putin.

Putin instó este sábado a reiniciar las conversaciones fallidas de Estambul de marzo de 2022. En aquel momento, la ofensiva rusa sobre las dos mayores ciudades del país, Kiev y Járkov, había fracasado gracias a la resistencia ucrania, y Kiev y el mundo entero descubrían en la retirada rusa su masacre de civiles, como la de Bucha, donde decenas de vecinos habían sido ejecutados, algunos con las manos atadas.

Según el relato del dirigente ruso, Ucrania se retiró de las negociaciones, presionada por Occidente. Y las tropas de Moscú habían sido “recolocadas”, según dijo Putin, como “gesto de buena voluntad”. Pero la realidad distaba mucho de esta versión. Las columnas rusas corrían el riesgo de sufrir una debacle total y Ucrania, que hasta entonces había recibido una ayuda militar marginal de Occidente, liberó gran parte de su territorio ocupado en los meses siguientes. Además de la amenaza directa sobre su capital, Kiev, el ejército de Ucrania reconquistó parte de Jersón y Zaporiyia, provincias que Putin se anexionó sobre el papel de su Constitución en septiembre de 2022 y que aún reclama.

En estos tres años, Putin también ha justificado no reunirse con Zelenski por considerarlo un “presidente ilegítimo” por no celebrar elecciones en plena invasión de su país, situación que contempla la Constitución ucrania. Paradójicamente, este miércoles, la justicia del Kremlin condenó a cinco años de cárcel a Grigori Melkoniants, copresidente de Golos, organización que ha evidenciado el fraude electoral en Rusia desde hace décadas.

Gracias a estos equilibrios diplomáticos, Turquía ha acogido dos rondas de negociaciones entre Ucrania y Rusia, ambas en marzo de 2022: una en , y otra en Estambul, donde Ucrania ofreció su renuncia a ser miembro de la OTAN a cambio de garantías de seguridad, pero no se llegó a cerrar un acuerdo. Kiev y Moscú mantuvieron los contactos unas semanas más, pero solo por videoconferencia.

El diario The New York Times publicó en 2024 algunos documentos de aquellas conversaciones, borradores elaborados por las delegaciones negociadoras para un posible pacto que en ningún caso llegó a cristalizarse.

Sin embargo, según los documentos filtrados por el periódico estadounidense, Moscú y Kiev seguían discrepando sobre la capacidad militar que mantendría Ucrania tras la guerra, las condiciones de su adhesión a la Unión Europea y las leyes sobre la cultura y lengua rusa en el país invadido.

Representantes de 32 países se dieron cita en Antalya con el objetivo de preparar la cumbre de líderes de Estados miembros de la Alianza Atlántica, que tendrá lugar a finales de junio en La Haya y avanzar en los debates sobre el aumento del gasto. La nueva Administración estadounidense presiona para que los países europeos incrementen su gasto en defensa y asuman más peso presupuestario dentro de la Alianza.

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.