Una delegación del Kremlin y otra encabezada por el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, aterrizaron este jueves en Turquía para conversar cara a cara por primera vez desde 2022 sobre cómo poner fin a la guerra, pero no llegaron a verse en todo el día, como ha sucedido en estos tres últimos años de la invasión rusa. “No va a pasar nada hasta que [Vladímir] Putin y yo nos reunamos”, afirmó este jueves el presidente estadounidense, Donald Trump. El encuentro podría tener lugar este viernes, según adelantan los medios rusos, pero nada es seguro cuando hay negociaciones de por medio con el presidente ruso.
El equipo ruso lo encabezaba Vladímir Medinski, actual jefe de la Unión de Escritores de Rusia, autor de los libros de historia que justifican todas las invasiones rusas en los últimos dos siglos y responsable de la delegación que negoció en las fallidas conversaciones bilaterales de 2022, celebradas también en Turquía.
Y si el nombramiento de Medinski no bastaba como señal del desinterés de Putin hacia las negociaciones, el dirigente firmó precisamente este jueves un decreto que amplía en dos años, hasta 2027, el llamado Plan de defensa de Rusia 2021-2025, un compendio de documentos militares secretos que el mandatario rubricó justo antes de lanzar en 2022 su invasión de Ucrania.
Trump justificó el desplante de Putin desde el avión presidencial, el Air Force One, en su camino a Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, tras visitar Qatar. “[Putin] no iba a ir si yo no iba, así que no creo que pase absolutamente nada, os guste o no. Pero vamos a resolver esto porque hay mucha gente muriendo”, declaró el presidente de Estados Unidos. Para más show, Trump dijo después que partiría a “rumbo desconocido”, aunque añadió que “probablemente será Washington”.
Desde luego, las eventuales negociaciones no empezaban con buen pie, además de estar rodeadas de numerosos rumores y desmentidos en torno a cuándo comenzarían y su formato. De hecho, no fue hasta que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunió con Zelenski en Ankara, que el ucranio accedió a desplazar a parte de su delegación de la capital turca a Estambul. Turquía lleva días conversando con rusos y ucranios para tratar de encarrilar las negociaciones, y además de ejercer de anfitrión de las negociaciones de Estambul y la reunión de Ankara, acogía este jueves en la ciudad costera de Antalya una reunión de ministros de la OTAN, donde el jefe de la diplomacia ucrania, Andrii Sibiga, mantuvo contactos con el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, y con sus socios occidentales, la mayoría de los cuales afearon a Putin no acudir a las negociaciones en Turquía.
Además de rusos y ucranios, las delegaciones de Turquía y Estados Unidos ejercerán de mediadores en diversos puntos. El equipo negociador de Ucrania está liderado por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, un tártaro de la Crimea ocupada por Rusia que habla turco, inglés y ruso y ya participó en las negociaciones del corredor del grano y para la liberación de prisioneros de guerra en 2022. Le acompañan altos cargos del ejército y los servicios de inteligencia ucranios.
En una breve comparecencia en Estambul, el jefe de la delegación rusa respondió a las críticas ucranias alegando que Putin “dio instrucciones y definió la posición negociadora en Estambul en una reunión especial” el miércoles por la noche, a la que asistieron miembros del Gobierno y altos cargos militares, por lo que su equipo tiene “plena autoridad para llevar a cabo las negociaciones”.
El jefe negociador del Kremlin aseguró que está dispuesto a ser “constructivo” y planteó que el objetivo de las negociaciones es “alcanzar, antes o después, una paz duradera y eliminar las causas profundas del conflicto”. Para Putin, las “causas profundas del conflicto” siguen siendo los mismos motivos por los que declaró la guerra en febrero de 2022: sustituir al Gobierno ucranio por otro en su línea, alejarlo de Occidente y desarmar al país.
La base para una negociación es, supuestamente para Rusia, el punto en el que quedaron las conversaciones celebradas en Estambul en marzo de 2022 -en las que Medinski también lideró al equipo ruso-. Entonces, Kiev ofreció una renuncia a su aspiración de adherirse a la OTAN a cambio de garantías de su seguridad y de que se aplazara al futuro la discusión sobre Crimea y la región de Donbás. Meses después de aquellas fallidas conversaciones, Putin escribió en su Constitución que las provincias ucranias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia son rusas, además de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014.
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Source: elpais.com